Repensar a la izquierda
en el poder
INE: transparen$ia y democra$ia // Lencho se embolsará 9 millones // No se toca
, pero sí se saquea
Adiós Beto Fink, un artista con pincel rocanrolero
Roberto Verástegui - Nuevo disco, Inglaterra y Hong Kong
l director fundador de La Jornada, Carlos Payán Velver, murió ayer en esta capital unas semanas después de festejar su cumpleaños 94. Pocas personas dejan como él tantos vacíos en tantos ámbitos. Fue funcionario y militante de la izquierda, fue periodista y fue poeta, fue legislador y productor de televisión, fue mecenas y promotor de las artes, fue ideador de futuros y fue, por encima de todo, un hombre enamorado del género humano, de su país, del mundo y de la vida.
Recuerdo de Carlos Payán
xpreso mi sentida pena por el fallecimiento de Carlos Payán, el más amable de los amigos. En junio del año pasado, querido Carlos, comimos contigo, Carmen, Guille y yo, en tu casa. Disfrutaste viendo fotos de tiempos idos, cantaste (Estoy pensando en ti, llorando), reímos. Recordaste que nos encontramos en una carretera; mis hijos eran unos niños pequeños, hoy se acercan al medio siglo. A inicios de los años 90 me invitaste a coordinar la opinión editorial de nuestro periódico; durante un año escribí editoriales de La Jornada casi todos los días. Y cada noche comentamos el acontecer y la batalla para armar el periódico. Lo bueno de este trabajo es que el afán de cada día lo vemos publicado al día siguiente
, dijiste una de esas noches. Muchos te recordarán por mucho tiempo; yo, entre ellos.
n medio de la crisis que sacude a nuestra sociedad, los medios de comunicación y la prensa de México viven, creemos, un momento contradictorio. Pocas veces ha habido una opinión pública tan receptiva como ahora, tantos oyentes y televidentes, tantos recursos económicos, técnicos y humanos destinados a producir y transmitir información. Pero pocas veces también la comunicación efectiva con la sociedad había sido tan precaria, tan distante, nos parece, de los problemas cruciales que aquejan al país.
arlos Payán en primera persona: siempre pensé que era un escritor que hacía poesía, que pertenecía a la poesía secreta, acto íntimo
.
urante las últimas décadas hemos conocido diversas propuestas e intentos de mecanismos de participación amplia y efectiva para las víctimas, en la implementación de políticas públicas o legislaciones que involucran sus derechos y escuchan sus necesidades, puestas en común y retomadas por quienes toman decisiones desde el ejercicio de la función pública o la representación popular. Por lo que la participación efectiva y activa se ha convertido en un principio contenido en los marcos normativos nacionales e internacionales que buscan garantizar los derechos de las víctimas de graves violaciones a derechos humanos.
omo Zoé Robledo en el IMSS –aunque ciertamente con más ingenio al acomodar la siglas–, Pedro Zenteno, director general del Issste, sorprende ahora al ofertar –desde el mismo Issste– la presencia de un Issste-Bienestar
directamente enlazado a la federalización de los servicios de salud a población sin seguridad que lleva adelante la 4T. ¿Es viable un Issste-B?
n la universidad pública autónoma está surgiendo una ola de movilización de actores universitarios, con acciones y logros concretos. Hablamos del cambio profundo en la Universidad de Sonora; de los académicos de la UNAM, que al no votar en número suficiente, deslegitimaron el Contrato generado por las AAPAUNAM y, finalmente, de mujeres y comunidades indígenas que hacen sentir su presencia decisiva y cuestionan el poder en la universidad pública autónoma.
n su clásico libro acerca de la evolución de la memoria del Holocausto en Estados Unidos, desde su completa inexistencia hasta el boom y la sobresaturación a partir de los 60, Peter Novick sintetiza de paso las dos dominantes interpretaciones del conflicto israelí-palestino cimentadas por la Guerra de los Seis Días (1967) −una, que ve a Israel como una pequeña y perseguida comunidad que lucha por la sobrevivencia y, otra, que ve a Palestina como la víctima de un nuevo imperialismo y opresión colonial− en dos imágenes contrapuestas: la de un pequeño David venciendo milagrosamente a Goliat
y la de la repetición de la Conquista de México por el pequeño ejército de Cortés
( The Holocaust in American Life, 1999, p. 154). Hay tantos problemas con estas imágenes que es difícil decidirse por dónde empezar. Digamos sólo −frente a la recurrente falacia de lo pequeño
− que en su lucha Israel nunca ha estado solo (véase: Tom Segev, 1967, 2007) y que Cortés tampoco. Este último en realidad no ha conquistado
nada, aprovechando sólo la coyuntura en la Mesoamérica sumergida en guerra, algo que cuestiona la pertinencia del propio término de la Conquista
(o de plano lo aniquila, como argumenta por ejemplo Pedro Salmerón).
ué salió mal?, se pregunta el columnista del New Yorker John Cassidy, quien responde conciso y contundente: En el caso del Silicon Valley Bank (SVB) fue una combinación de administración incompetente, relación estatal laxa y poderosos personajes del SVB gritando fuego en medio de un estadio lleno de aficionados.