De esa nación, 75% del suministro
Entre otras consecuencias, debilita la oferta de fertilizante: analistas
Miércoles 14 de octubre de 2020, p. 19
Las crecientes importaciones de gas natural para la generación de energía eléctrica, la industria y para el sector petrolero ponen en riesgo la seguridad energética y ubican a México en una posición de vulnerabilidad por la dependencia de un sólo país proveedor, según se desprende del análisis de cifras oficiales y opinión de especialistas.
Jorge Sánchez Tello, investigador de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), consideró que para reducir la vulnerabilidad en la seguridad energética del país se debe ampliar la infraestructura como construcción de ductos, plantas de almacenaje y extender la matriz energética incorporando nuevas tecnologías para la generación de energía eléctrica y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Esta estrategia, dijo, debe ser acompañada y complementada con inversión privada, refirió.
Por su parte, el senador Santana Armando Guadiana Tijerina, del grupo parlamentario de Morena, advirtió que si bien aprovechar el bajo precio del gas natural en Estados Unidos ha sido una gran oportunidad para el desarrollo industrial y el sector eléctrico de México, también representó una grave dependencia y pérdida de la seguridad energética. Hasta septiembre de este año el total de consumo de gas natural se sitúa en alrededor de 4 mil 152 millones de pies cúbicos diarios, una desaceleración por la pandemia del Covid-19. De este total, las importaciones de Estados Unidos ascendieron a 3 mil 123 millones de pies cúbicos diarios.
Es decir, que aproximadamente 75 por ciento del consumo local total del energético –tres cuartas partes– se cubre con importaciones del país vecino.
En 2019 el consumo nacional promedio de gas natural fue de 8 mil 82 millones de pies cúbicos diarios y la producción doméstica se ubicó en 2 mil 587 millones de pies cúbicos al día, un déficit de 5 mil 455 millones, revelan informes de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Las cifras oficiales precisan que entre 2004 y 2018, la producción nacional de gas natural disminuyó 44 por ciento, al pasar de 6 mil 917 millones de pies cúbicos en 2008 a 3 mil 860 millones en 2018.
La consecuencia más importante es la disminución en la disponibilidad de insumos para el Sistema Nacional de Refinación y los Complejos Procesadores de Gas (CPG) y Complejos Petroquímicos.
Ante la insuficiencia de gas natural para los procesos productivos de Pemex la petrolera ha realizado compras del energético en el exterior por 9 mil 823 millones de dólares entre 2015 y hasta agosto de 2020, según los informes de Petróleos Mexicanos.
Asimismo, se ha incrementado la dependencia nacional por la importación de gas natural, combustible que contribuye mayormente a la generación de electricidad que ha sido el principal motor de la demanda de gas natural.
La caída en la producción de gas natural afectó la disponibilidad de materia prima para la producción de fertilizantes. Desde septiembre de 2018 por falta de gas natural no hay producción de amoniaco, principal precursor de la cadena de fertilizantes nitrogenados.
Este es uno de los factores que ha debilitado al sector agrario, propiciando que México importe casi la mitad de los alimentos que consume, según analistas.
Sin embargo, esta administración ha logrado estabilizar la declinación histórica en la producción de gas natural, la cual inició desde 2009, toda vez que para el periodo enero -diciembre de 2019, esta variable ya mostró un punto de inflexión, al presentar una tendencia positiva de 9.0 por ciento.
De acuerdo con el diagnóstico del Programa Sectorial de Energía 2020-2024, la alta dependencia en importación de combustibles y gas natural es la consecuencia del estado de abandono en el que se encuentra la transformación industrial de hidrocarburos y de la política de gobiernos anteriores de vulnerar la seguridad energética al enfocar los recursos presupuestarios en la actividad extractiva del aceite para la generación de divisas por efecto de la exportación de petróleo crudo, en vez de orientarlos a la industrialización del país.
Según la última prospectiva de gas natural se estima que en 2032 la demanda del combustible sea de 9 mil 920 millones de pies cúbicos diarios, lo que prácticamente duplica la demanda actual.
El sector eléctrico continuará encabezando la demanda nacional, derivado del continuo aprovechamiento de gas natural asociado a la conversión de plantas de generación eléctrica, al avance en proyectos de instalación de centrales de ciclo combinado y a la ampliación de la infraestructura de la red de gasoductos.
Por su parte, el sector industrial pasará del tercer al segundo consumidor potencial de gas natural desplazando al sector petrolero, derivado de la ampliación de la infraestructura de gasoductos en el país, del desarrollo de nuevas zonas de distribución, así como del desarrollo de nuevos complejos industriales.