¿Espera la cárcel a Peña Nieto y Calderón Hinojosa? // Se suaviza la caída de las ventas del súper // La vacuna rusa
Lozoya: lo mediático y lo judicial// En lo inmediato: demoledora delación // Prescripción en materia electoral // Asesinan a padre de Luis Miranda
Momento Sputnik
y momento Putin
: ¡primera vacuna rusa del mundo contra Covid-19!
Lozoya: la danza de los millones // Peña Nieto, Videgaray, Calderón
Cuatro cuentos Zen *
e acuerdo con el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, el exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, acusó de manera formal a quien fue presidente y su secretario de Hacienda
–en referencia a Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso– de ordenarle recibir una serie de sobornos de la constructora brasileña Odebrecht y repartir el dinero de esas operaciones ilícitas entre asesores extranjeros que trabajaron para la campaña electoral de Peña Nieto en 2012.
Celebra embestida contra comida chatarra
omparto línea por línea el ar-tículo de Víctor M. Toledo, publicado ayer. Celebro que haya salido indemne de la celada que le tendieron intereses no inconfesables sino identificados, contrarios a la salud de los mexicanos.
eer libros para leer la vida. El sencillo y maravilloso acto de leer hace menos torturante el encierro. Con la posibilidad de hacer la mayoría de actividades laborales desde casa, oportunidad negada para millones de conciudadanos, es posible invertir en la lectura el tiempo antes dedicado a traslados de un lugar a otro.
alleció la esposa del tendero. A pie, una pequeña procesión acompañó los restos al panteón. Pero al llegar, el cortejo quedó enterado de que la fosa, reservada con meses de antelación, estaba ocupada. Hecho bolas, un empleado del camposanto se excusó con el viudo: “Es por el coronavirus…”, dijo.
oy, 12 de agosto, se cumplen ocho años de que desapareció Viridiana.
a descomposición de la élite política del país llegó a ser un punto referencial generalizado. No sólo se le suponía de una ineficacia, cierta y comprobada, sino que sus abusos se llegaron a convertir en mitología cotidiana. Pocas cosas o conductas podían superar el daño que sus andanzas cómplices podían inferirle a la nación, como un todo y a cada uno de los ciudadanos en lo particular. El malestar por la corrupción imperante, extendido convencimiento popular, se acuñó a la perfección en el concepto de cleptocracia gobernante. En tan nociva categoría no se distinguía entre funcionarios menores o mayores, pertenencia a los partidos o cualquier otra posible franja de ocupación. Simplemente se decía todos son corruptos
. Era casi imposible reconocer salvedades a esa regla derivada de la experiencia en miles de casos conocidos o rumorados. El sustento, sobre todo para motivos de terminar en tribunales, además de nebuloso se refería a un entramado legal y policiaco por demás defectuoso. Un conjunto ideal para la evasión y salvaguarda para las complicidades que finalizaban en impunidad galopante.
¡S
í, todos podemos estar de acuerdo en que el mar absorbió 70 por ciento de la explosión!
, me anunció un amigo libanés esta semana, con una base científica interesante, aunque dudosa. Como todo en Líbano, su cálculo podría ser correcto. Porque Beirut, como Trípoli –y Haifa, para el caso–, está construida sobre uno de esos antiguos promontorios del este del Mediterráneo. El gran estruendo tal vez abarcó más agua de mar que edificios.