Parece una caravana que se dirige al estadio en un fin de semana. ¡A-zul! ¡A-zul! ¡A-zul!, corean unos 300 socios de la Cooperativa La Cruz Azul que se manifiestan en apoyo a quien aún consideran su director general, Guillermo Billy Álvarez, hoy prófugo de la justicia.

Han recibido golpes muy fuertes, no lo niegan. Una orden de aprehensión contra Billy y, en la víspera, el levantamiento de las medidas cautelares que permitió a la disidencia, encabezada por José Marín y Víctor Velázquez, hacerse con la presidencia del Consejo, han puesto en un predicamento a los cooperativistas de esta administración.

“No pisará la cárcel Billy Álvarez”, confía el abogado Mauricio Soto, ahora encargado de defender la causa de los socios afines a quien estuvo por tres décadas al frente de la Cooperativa; hay sospechas de que hubo intereses en quienes tenían a su cargo la defensa del señor Álvarez.

Un día después de la manifestación ante Palacio Nacional, el martes continuaron las movilizaciones. Partieron de la Fiscalía General de la República, en la Glorieta de Insurgentes, donde fueron recibidos para informar sobre su caso. Más tarde harían paradas en la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) y la Secretaría del Trabajo.

Todos van embozados con cubrebocas, en una valla improvisada como templete, sube el orador Ramsés Dolores para informar los resultados de la entrevista en la fiscalía. ¡No se oye!, le gritan y el vocero termina por quitarse la mascarilla para liberar su voz.

Dolores les advierte que les queda una carta decisiva por jugar. Convocar a una asamblea el próximo 26 de agosto en la calle, enfrente de las oficinas corporativas en Gran Sur.

Será ahí porque no podemos entrar a nuestras instalaciones; están tomadas por la disidencia, continúa el orador; pero de ahí saldrá un nuevo Consejo y los cargos que hoy ostentan quedarían sin efectos. De no hacerlo así no podremos defender el patrimonio de miles de trabajadores, explica Ramsés.

Dolores insiste en la sospecha ante el trabajo jurídico de los anteriores defensores de Billy y la Cooperativa que los tiene sumidos en esta crisis. No da nombres, porque quiere evitar más conflictos legales.

No voy a hacer señalamientos directos, excusa, pero tenemos sospechas del trabajo que hicieron los anteriores abogados, algunos incluso sin conocer el expediente que abrieron contra Álvarez pretendían defenderlo.

La apuesta es que dicha asamblea disuelva el Consejo que hoy presiden Marín y Velázquez.

Apoyo de ex jugadores

A esta convocatoria acuden directivos y trabajadores de diversas áreas. Incluso hay ex jugadores. Ocultos tras sus mascarillas están Joel Huiqui, Adrián Cortés, Emanuel González y Guadalupe Castañeda.

“Cruz Azul es más que un equipo de futbol o una cooperativa representada por Billy”, dice el ex defensa Joel Huiqui; “son miles de familias que dependen de esta institución, que tienen su patrimonio aquí y se sienten parte.

Nosotros, por ejemplo, como jugadores crecimos ahí; dejamos nuestra vida en Cruz Azul, agrega Huiqui; “tuvimos mucha cercanía con Billy. Por eso nos duele lo que está pasando y creemos en su inocencia. Por eso también creemos que la razón está del lado de estos cooperativistas”.