El endurecimiento de las políticas migratorias en la frontera norte de México, así como en Centroamérica, ha incrementado los riesgos y peligros para miles de personas que intentan llegar a Estados Unidos, alertó el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Jordi Raich, jefe de la delegación en México y América Central, señaló que debido a esos duros lineamientos –que se aplican en toda la región– han generado que haya una acumulación de personas cada vez más grande en nuestro país debido a dos razones: los migrantes que solicitaron asilo en el país del norte, pero que son enviados a de vuelta a esperar su respuesta, y los miles que cada día llegan a la frontera sur mexicana procedentes de diversos países de Centroamérica, así como de África y Asia.

Esto ha generado que existan más dificultades de las instituciones mexicanas que permitan atenderlos y están al grado del colapso, por lo que cada vez acceden a inadecuados servicios de salud y educación, son víctimas de robo, violencia, discriminación, abusos sexuales y en ocasiones los desaparecen para extorsionar a sus familiares.

En entrevista con La Jornada, Raich indicó que la dura política migratoria estadunidense ha penetrado en las estructuras institucionales de México y Centroamérica. Esos lineamientos que empezaron en la frontera de Estados Unidos se han desplazado hacia el sur y ha habido un aumento en las detenciones y deportaciones, cada vez hay más personas internadas en las estaciones migratorias esperando la deportación.

Especial preocupación para el CICR tiene Tamaulipas, donde la situación es precaria al grado que se conocen casos de decenas de migrantes que han sido secuestrados en Reynosa y Matamoros para extorsionarlos, los albergues no se dan abasto y las condiciones de seguridad son complejas.

Nosotros no entramos al tema de las políticas, pero sí abogamos porque ya no se envíen más migrantes a esta zona de riesgo.