Los gobiernos de México y Estados Unidos trabajan de manera conjunta para combatir el tráfico ilegal de armas hacia nuestro país, el cual es uno de los elementos detonadores de la violencia, pues la gran mayoría de ese arsenal termina en poder de grupos del crimen organizado.

Integrantes del gabinete de seguridad, el canciller Marcelo Ebrard Casaubon y el embajador estadunidense en el país, Christopher Landau, celebraron la primera sesión del Subgrupo Binacional sobre Tráfico de Armas, en la que abordaron la estrategia de seguridad en la frontera de ambos países para congelar el flujo de armas que ingresa a México.

El finalizar la reunión, que se desarrolló a puerta cerrada, el canciller Ebrard aseveró que habrá un antes y un después en la relación entre México y Estados Unidos referente a los mecanismos de revisión y prevención del tráfico ilícito de armas hacia nuestro país.

A través de su cuenta de Twitter, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores indicó: Concluyó la reunión convocada por el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, con el embajador de Estados Unidos y su equipo para congelar el tráfico ilícito de armas hacia México. Habrá un antes y un después de la llamada del sábado entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Donald Trump en esta materia.

Las autoridades de ambos países decidieron nombrar el operativo de combate al tráfico ilegal de armas como Frozen, informó la embajada de Estados Unidos en México. Durante la reunión, Landau subrayó que hay voluntad política para enfrentar el reto compartido.

Ambos lados acordaron moverse rápidamente para compartir información y entregar resultados concretos en este esfuerzo. El compromiso establecido por México y Estados Unidos fortalecerá las capacidades para atender y reducir uno de los elementos detonadores de la violencia, señaló la embajada estadunidense.

De acuerdo con datos de 2017, a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos existen 8 mil 500 armerías. Información de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana reporta que en México más de 15 millones de armas se encuentran en manos de civiles, mientras organizaciones que trabajan en temas de seguridad estiman que podrían ser cerca de 17 millones, de las cuales 85 por ciento serían de origen ilegal.