El secretario de Seguridad Ciudadana (SSC), Omar Garcia Harfuch, ofreció ante el Congreso de la Ciudad de México construir la mejor policía del país, la más honesta, eficiente, confiable y mejor equipada, y delineó en tres ejes su estrategia para hacer frente a la delincuencia: acciones concretas contra el crimen basadas en la inteligencia policial, recuperar la confianza de la ciudadanía y apoyo a los policías.

Al comparecer ante el pleno como parte de la glosa del primer Informe de Gobierno, destacó que entre las acciones que implementará a la brevedad serán fortalecer los mecanismos de homologación, sistematización y procesamiento de información para convertirla en productos de inteligencia que orienten la toma de decisiones y hagan más fácil el trabajo de los policías.

Se identificarán las principales estructuras delictivas y centraremos los esfuerzos para lograr la ubicación y detención de sus integrantes, así como la consecuente desarticulación de las organizaciones y células criminales que operan en la Ciudad de México.

Anunció, además, un esquema de control policial de los preliberados con el objetivo de monitorearlos para prevenir que vuelvan a delinquir, así como verificar el buen funcionamiento de los órganos de coordinación y vinculación con la ciudadanía.

García Harfuch, quien asumió como de jefe de la policía apenas el 4 de octubre, dijo que no ve el cargo como un puesto político y se asumió como parte de un equipo de policías de tiempo completo que fuimos forjados, pensamos y estamos orgullosos de ser policías. Admitió que la tarea no es sencilla, que hay mucho por hacer y los resultados no se dan por decreto. Entendemos la urgencia ciudadana por recibir resultados inmediatos.

Señaló que habrá una restructuración de la Subsecretaría de Información e Inteligencia Policial como parte de los ajustes al modelo de seguridad. Responsabilizamos de la inseguridad a los policías que patrullan las calles en los más de 800 cuadrantes, pero en la realidad los enviamos sin información adecuada y sin un análisis profundo de la criminalidad en sus áreas de trabajo.

Planteó una simbiosis entre las áreas de inteligencia y de operación policíal, con una retroalimentación permanente en la que los policías harán llegar la información que recopilen en sus labores cotidianas de patrullaje para que sea sistematizada, procesada y explotada, lo que, aseguró, se traducirá en detenciones contundentes y la prevención de futuros delitos.

El segundo eje de su estrategia es una mayor cercanía de la policía con los ciudadanos para construir vínculos que incrementen la denuncia. Observó que más denuncias significan más información para hacer un mejor trabajo, así como una mayor confianza en la institución.

En el tercer eje, señaló que los policías encontrarán en la SSC un proyecto de vida a partir de cuatro aspectos: ingreso y permanencia, profesionalización, régimen de estímulos y recompensas y el fortalecimiento de asuntos internos, porque así como se apoyará a cada policía que cumpla con su deber, se vigilará también que no existan abusos policiales.

En sus respuestas a preguntas de los legisladores, el funcionario evitó emitir juicios sobre el cinturón de paz que el gobierno de la ciudad usó como estrategia para evitar actos de vandalismo en la marcha del 2 de octubre, y aclaró que su función será proteger tanto a quienes participan en las movilizaciones como a los negocios, y si hay un cinturón de paz también será nuestra tarea resguardarlos a ellos y lograr aislar a las personas que no importando el fin de la marcha se infiltran en éstas con el fin de causar destrozos.