Estambul. Turquía anunció ayer que está lista para lanzar una nueva operación militar contra la milicia kurda, aliada de Estados Unidos, en el norte de Siria, pese a los mensajes contradictorios del presidente Donald Trump sobre la postura de Washington.

Todos los preparativos con vistas a una operación han terminado, tuiteó el ministerio turco de Defensa, reforzando la idea de una ofensiva inminente de Ankara contra las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por las Unidades de Protección Popular Kurdas, un día después de que la aviación bombardeó blancos de esa milicia en la provincia de Al Hasaka.

La tensión se avivó en el noreste de Siria desde que el domingo la Casa Blanca anunció sorpresivamente la retirada de sus tropas de la región. Washington además señaló que Ankara llevaría a cabo su operación prevista desde hace tiempo contra las FDS, principales aliadas de Estados Unidos en la lucha contra el grupo radical Estado Islámico.

La aviación turca no reportó muertos luego de los bombardeos.

Trump, quien pareció dar luz verde a Ankara para atacar a los kurdos, rectificó luego ante la presión internacional y la del Partido Republicano, y advirtió a Turquía que no sobrepase los límites o de lo contrario destruirá su economía.

El vicepresidente turco, Fuat Oktay, replicó ayer que Turquía no es un país que actúa en función de amenazas. Para el gobierno turco las milicias kurdas de Siria son terroristas, debido a sus vínculos con el Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), organización separatista kurda en Turquía.

Puede que estemos en proceso de dejar Siria, pero de ninguna manera hemos abandonado a los kurdos, que son personas especiales y luchadores maravillosos, tuiteó ayer Trump, al insistir en que cualquier ofensiva innecesaria de Turquía será devastadora para su economía