El ensamble vocal estonio Vox Clamantis, que combina el canto gregoriano con la música contemporánea, se presentará por primera vez en el Festival Internacional Cervantino (FIC) el 19 de octubre en el templo de San Cayetano de la Valenciana, con un programa que incluye Virgencita, ‘‘rezo” y regalo al pueblo mexicano que el compositor Arvo Pärt (1935) dedicó a Nuestra Señora de Guadalupe antes de viajar a Guanajuato en 2012 para participar en ese encuentro.

Respecto de la relación de Pärt con Vox Clamantis, Miina Pärn, integrante del grupo, la define como ‘‘una conexión fuerte”, pues el compositor también se interesa mucho por el canto gregoriano. ‘‘Hemos cantado mucho de su música, él ha acudido a nuestros ensayos y es muy cercano a nuestro director Jean-Eik Tulve. Cuando Pärt escribe una nueva obra y la quiere oír, a veces la trae a nuestro ensayo para escucharla y si es necesario hacer algún cambio”. Entre otras obras de Pärt, se tocarán The deer’s cry (El llanto del venado) y Kleine Litanei (2015).

El programa comprende obra de otro compositor estonio, Cyrillus Kreek (1889-1962), quien retomó canciones folclóricas de su país natal a las que les hizo nuevos arreglos para así preservar una tradición que estaba a punto de ser olvidada. Entrevistada vía telefónica, Pärn acota que la tradición de las canciones folclóricas en Estonia no es literaria, sino que pasaron de generación en generación. ‘‘Es una tradición oral que nunca fue registrada y que se fue perdiendo en la medida que la vida cambiaba. Kreek fue uno de los compositores que encontró una manera de preservarla mediante su música”. Son canciones vinculadas con la religión y la música coral que se cantaban en los hogares.

El compositor más interpretado en el mundo

Pärn señala que Estonia es un país conocido por sus compositores y directores de orquesta. Si la persona sabe algo de ese país es probablemente la música de Pärt, quien por sexto año es el compositor cuya música es la más tocada en el mundo.

Para la cantante la música estoniana se considera nórdica, entonces refleja ‘‘una pureza y una especie de vigor. No diría frialdad, sino vigorizante. Es una música cantable o algo que te recuerda una canción. Aun si no es música vocal, tal vez se conecte a nuestra tradición de cantar”.

El programa que llevan a Guanajuato incluye cantos gregorianos y ‘‘un rezo”, de Igor Stravinsky.

Vox Clamantis es único en Estonia. Fue fundado en 1996 y al principio sus integrantes sólo eran hombres, pues entonaban el canto gregoriano igual que en los monasterios medievales. Pärn explica que las mujeres ingresaron en 2011. ‘‘Somos 15 o 16 personas, así que no es realmente un coro. En Estonia hay muchos coros, sin embargo somos un ensamble vocal”.

Después de su estancia en Guanajuato, Vox Clamantis continuará su gira e irá a Colombia.