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Las hermanas Labèque se presentarán en el Teatro Juárez de la capital cervantina

En entrevista con La Jornada, Marielle sostiene que ‘‘lo difícil de tocar juntas es lograr la libertad con dos pianos’’

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▲ Las francesas Katia y Marielle Labèque se mantienen como un sólido dúo pianístico.Foto cortesía FIC
 
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de octubre de 2019, p. 5

El dúo integrado por las hermanas Labèque, Marielle y Katia, destaca en el vasto programa artístico-cultural de la edición 47 del Festival Internacional Cervantino (FIC), cuya jornada inaugural se efectuará este miércoles en Guanajuato.

Con una carrera conjunta en el ámbito de la música de más de 45 años, Marielle Labèque explica, en entrevista con La Jornada, cómo al lado de su hermana Katia, dos años mayor, han forjado ese dúo de piano tan prominente a escala internacionalde tanto en el repertorio clásico como en el de vanguardia.

Las artistas francesas regresan a México para participar en el FIC y se presentarán el 20 de octubre en el Teatro Juárez, en la capital guanajuatense.

El programa es variado en cuanto a estilos e incluye el estreno en el continente americano de El Chan, obra que el estadunidense Bryce Dessner dedicó al cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu, con quien colaboró en la realización de la banda sonora del largometraje The Revenant (El renacido).

Nacida en Bayona, en 1952, Marielle externa su ilusión vía telefónica desde Francia por el programa que interpretarán en Guanajuato. Lo integran, adelanta, las canciones de West side history (Amor sin barreras), en el único arreglo que Leonard Bernstein, su autor, conoció en vida, y ‘‘fue muy de su agrado”; así como los Cuatro movimientos para dos pianos, de Philip Glass, compositor con quien mantienen estrecha colaboración.

Para la menor de las hermanas Labèque, la libertad interpretativa que tienen como dúo es la principal diferencia que observa en relación a cuando comenzaron su carrera.

‘‘En ese entonces estábamos muy centradas en el aspecto técnico y la estructura, situación que pasa en realidad con casi todo músico. Hoy, nuestro trabajo y sonido son más libres. Lo difícil de tocar juntas es lograr la libertad con dos pianos. Con los años, hemos aprendido a respirar y hacer los fraseos juntas.”

Considera que tantos años al lado de Katia han sido posibles porque son personalidades muy diferentes pero que se complementan, así como el deseo de trabajar, descubrir música nueva y emprender nuevos proyectos.

Equilibrio, fuerza y sensibilidad

‘‘La carrera artística en pareja es como un matrimonio; nada sencillo. El gran reto es mantenerse y eso ha sido posible porque hay mucho respeto entre nosotras y hemos logrado un equilibrio.

‘‘Todavía disfrutamos de estar juntas, de viajar juntas y de hablarnos al teléfono cuando no estamos juntas”, apunta Marielle.

‘‘Por fortuna, no nos desesperamos para llegar adonde estamos. Hay veces que las parejas se separan porque no tienen los mismos deseos.

‘‘Somos muy afortunadas porque nos comunicamos y complementamos. La música ha sido también esencial para mantenernos unidas; ha sido nuestro gran regalo”.

Marielle Labèque considera que un factor determinante como personas y como artistas es la educación adquirida en casa, donde la música era una parte más del cuerpo y vida, como respirar.

‘‘Nos dio mucha fuerza y sensibilidad. Todo lo que hemos escuchado y disfrutado ha sido por lo que vivimos en casa, y claro que mi madre (Alda Cecchi), quien era pianista, hizo mucho por nosotras.

‘‘Mi hermana y yo somos diferentes, tocamos de manera diferente, pero nos hermanamos aún más al tocar. Esas diferencias ayudan porque somos dos personalidades conjuntas que tocan de manera distinta.

‘‘Hay diferencias de temperamento, de intereses; yo nunca he intentado tocar como Katia ni ella como yo. Lo que también hemos hecho es trabajar muchísimo. Es lo más importante.”