Lunes 7 de octubre de 2019, p. 18
En dos décadas la cobertura del sistema de pensiones para trabajadores en México se redujo en 1.9 puntos porcentuales. Es el país de América Latina con el mayor decremento. Un pacto fiscal y social es urgente para decidir de dónde saldrán los recursos para pagar los derechos adquiridos en aquellos países que emularon el modelo chileno, empezando por México, explicó Alberto Arenas de Mesa, ex ministro de Finanzas en Chile.
Va a haber un debate de política fiscal inevitable, en especial en aquellos países que siguieron 100 por ciento la reforma chilena: México, El Salvador, Republicana Dominicana y Bolivia
, refirió. Entre todos los países en que se reformó el sistema de pensiones y se optó por el modelo sustitutivo, México es el único en que no se han hecho modificaciones posteriores significativas, sostuvo Arenas.
Las reformas en la región deben hacerse a partir de las condiciones del mercado laboral, dado que la informalidad en algunos países llega a 80 por ciento de la población. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía en México seis de cada 10 trabajadores están en esa condición.
En la presentación de su libro Los sistemas de pensiones en la encrucijada, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, explicó que la experiencia de Chile demuestra que el sistema recargado en el ahorro de los trabajadores no es sostenible en ningún ámbito. No lo es en cobertura, en suficiencia de pensiones y tampoco en un menor costo para el erario, pues tuvo un costo promedio de 5 por ciento del PIB de ese país.
En entrevista, sostuvo que el gasto en el sistema de pensiones presiona el rubro fiscal, pero para los derechos adquiridos “los estados deben buscar fuentes de financiamiento (…) Si tú tienes responsabilidades con el sistema, tú sabes cuáles son tus gastos y cuáles son tus fuentes de financiamiento para hacer sostenible ese gasto”, añadió.
De acuerdo con la publicación, la cobertura del sistema de pensiones en México se ha reducido de 2000 a 2017, primero, porque se registró un crecimiento mayor de la población económicamente activa, pese al incremento en la cantidad de personas que cotizan en sus respectivos sistemas de pensiones.
En 2016 el modelo de pensiones impuesto en Chile por la dictadura de Augusto Pinochet y emulado por México y otras economías de la región demostró la incapacidad de cubrir con la tasa de reemplazo prometida a los trabajadores.
En México para 2020, se estima que el gasto en este rubro rebase el 4 por ciento del producto interno bruto.