Tomas clandestinas agravan sobrexplotación
La corrupción aparece desde el otorgamiento de concesiones para su uso y extracción, revela estudio
Martes 1º de octubre de 2019, p. 37
La corrupción en la gestión del agua se expresa desde la etapa del otorgamiento de concesiones para su uso y extracción que se hace fuera de norma; en los organismos operadores del servicio a los hogares hasta la falta del cumplimiento dela normatividad de las descargasde aguas residuales, señala el estudio Corrupción en el sector agua, realizado por Ethos Laboratorio de políticas públicas.
El reporte presentado ayer destaca que la corrupción lleva a la sobrexplotación y la contaminación de los cuerpos de agua. En relación con el servicio de agua potable, refiere que hay 2 mil 688 organismos operadores que la distribuyen a los hogares, con prácticas clientelares, patrimoniales y de nepotismo que impiden el cumplimiento del derecho humano al agua.
Pobre capacidad para vigilar
Refiere que hay tomas clandestinas que agravan el problema de sobrexplotación, existe poca capacidad de vigilancia de las autoridades por lo que en uno de cada dos acuíferos se desconoce si los aprovechamientos respetan los límites de la extracción de agua y si tienen los permisos.
En relación con las descargas de aguas residuales de los municipios, industrias, comercios, entre otros, no siempre cumplen con la normatividad para evitar la contaminación del agua superficial o del subsuelo, o si lo hacen, la laxitud de la regulación no evita los daños ecológicos, agrega.
También menciona que en el desarrollo de obras hídricas se presentan irregularidades, desde el momento en que se da una adjudicación directa de contratos, el sobreprecio y demora en la terminación de los proyectos. Un ejemplo es la construcción del Túnel Emisor Oriente que empezó a construirse en el sexenio de Felipe Calderón y todavía no se ha puesto en operación.
Otro rubro que se presta a corrupción, menciona el reporte, es la inexistencia de datos o el hecho de que haya información incompleta en todas las etapas de la gestión del líquido, lo cual permite esconder o justificar decisiones discrecionales de los servidores públicos, al mismo tiempo que se dificulta el monitoreo ciudadano sobre su gestión.
Asimismo, destaca que el marco normativo no permite conocer en tiempo real la disponibilidad de agua en las cuencas. Para cambiar este panorama considera que un paso inicial es el fomento y fortalecimiento de la transparencia en el sector, con la finalidad de disminuir las asimetrías de información; la participación ciudadana puede con-vertirse en el contrapeso de la corrupción, así como impulsarla rendición de cuentas, para que los actores involucrados se responsabilicen y expliquen su actuar.