La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, informó que 800 familias de Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco, afectadas por el sismo de septiembre de 2017, serán reubicadas, pues no es viable reconstruir sus viviendas en las zonas donde están asentadas.

Al presentar el Plan de Emergencia Sísmica de la Ciudad de México, el cual contempla instalar un puesto de mando por edificio colapsado en caso de un terremoto de magnitud alta para atender a las víctimas, señaló que se busca que las casas de esos damnificados se edifiquen en terrenos propiedad del gobierno ubicados en las mismas demarcaciones.

Agregó que la mayoría de las familias que se encuentran en esa situación están de acuerdo con la reubicación, y que se trabaja con el Congreso en una ley o esquema para que ya no se construya en los predios que serán deshabitados, por ser zonas de riesgo por grietas, principalmente.

Respecto del plan, éste se realizó con base en el supuesto de un temblor de 8.5 grados, por lo que se prevé el colapso hasta de 415 inmuebles, cada uno con puesto de mando encargado de coordinar las labores de rescate, censo de víctimas y atención sicológica a los afectados.

Al presidir la primera sesión ordinaria del Consejo de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México, la titular del Ejecutivo local explicó que 5 mil servidores de diversas dependencias serán capacitados para actuar ante un posible sismo de magnitud alta, en cuya atención trabajarán de manera coordinada el gobierno central, las alcaldías y los ciudadanos con el apoyo de las autoridades federales.

En cuanto a la reconstrucción tras el sismo de 2017, precisó que de los 403 multifamiliares afectados, en 130 se iniciaron obras y 34 ya fueron concluidas, mientras de las 11 mil 884 viviendas unifamiliares, 3 mil están en intervención y se han terminado 520.

En conferencia de prensa posterior, Sheinbaum dijo que acudirá al Congreso local para escuchar los posicionamientos de las distintas bancadas con motivo de su primer Informe de gobierno el próximo martes, y en la medida de lo posible responderá a los planteamientos que hagan. Añadió que aún no le confirman quién será el representante del gobierno federal que la acompañen a ese acto o si el presidente Andrés Manuel López Obrador asistirá.

Dijo que la prioridad del presupuesto para el próximo año será fortalecer los programas sociales para educación, desde la básica hasta la superior, al tiempo que dijo estar conforme con las participaciones federales que recibirá la capital del país en 2020.

También se destinarán recursos importantes a agua, drenaje, seguridad, movilidad y salud, indicó, y subrayó que debido a que la Federación absorbió los programas de pensión para adultos mayores, de apoyo a personas con discapacidad y de becas a estudiantes de educación media superior, se podrán destinar más recursos a obra pública.