El consejo permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) adoptó por aclamación la declaración presentada por México para condenar el ataque terrorista perpetrado en la ciudad de El Paso, Texas, el pasado 3 de agosto.

Al presentar el documento, la representante permanente de México ante la OEA, Luz Elena Baños Rivas, explicó que este instrumento busca que en el seno de este organismo multilateral se reconozca la la magnitud de esa tragedia.

Agregó que con esta declaración deseamos visibilizar el fenómeno de la violencia y el terrorismo generados por el discurso de odio hacia los migrantes y de supremacía racial, de manera que desde la OEA tomemos acciones preventivas y correctivas para hacer frente a la proliferación de mensajes de grupos extremistas violentos y radicales, indicó la diplomática. Para el Estado mexicano, expuso, los actos de violencia y terrorismo son repudiables.

De la información disponible hasta ahora, la embajadora señaló que es posible afirmar que el terrorista viajó a El Paso con la intención expresa de agredir a migrantes de origen latino, específicamente mexicanos, que se encontraban en esa zona.

Las investigaciones en curso han expuesto que minutos antes de ejecutar el atentado, el atacante publicó un manifiesto basado explícitamente en el discurso de supremacía racial y odio contra los migrantes.

El documento contiene frases irrepetibles sobre el exterminio de los migrantes, haciendo eco de una doctrina que lamentablemente se ha utilizado en diversas ocasiones en diferentes latitudes del mundo, dando origen a los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad, declaró Baños Rivas.

Añadió que esta declaración también busca ser fuente de aliento para las personas heridas y los familiares de las víctimas, a quienes les expresamos nuevamente nuestras más sentidas condolencias.

Aseveró que es necesario redoblar nuestros esfuerzos con el fin de prevenir y combatir el extremismo violento desde una perspectiva integral y multidimensional, con pleno respeto a los derechos humanos y al estado de derecho, y utilizar para ello las instancias correspondientes en el marco del sistema interamericano y del global.

Patrick Crusius, joven de 21 años que se adjudicó la masacre, condujo por nueve horas desde su residencia en Allen, al norte de Dallas, hacia El Paso, con la intención manifiesta de asesinar con su fusil semiautomático a tantos mexicanos como le fuera posible.

En una tienda Walmart, en la temporada de compra de útiles escolares, Crusius asesinó a 22 personas, incluyendo a ocho mexicanos, 13 con ciudadanía estadunidense y a un alemán residente en Ciudad Juárez. Hirió a otros 24 consumidores. Entre las víctimas mortales se encuentra una pareja que trató de proteger a su bebé de dos meses.