Jueves 29 de agosto de 2019, p. 7
En 2016, durante la elección presidencial de Estados Unidos, la cantante Taylor Swift no apoyó a ningún candidato, lo que causó controversia entre sus fans y la llevó a ser colocada involuntariamente como figura de la derecha alternativa –alt-right en inglés–, movimiento en línea que apoya ideologías de extrema derecha.
Ahora, la cantante acusa a la administración de Donald Trump de ser una autocracia
–forma de gobierno en la cual la voluntad de una sola persona es la ley suprema. “Somos una democracia –al menos, eso se supone que somos–, donde tienes permitido estar en desacuerdo, disentir, debatir. Realmente creo que él piensa que somos una autocracia”, expresó a The Guardian la figura pop oriunda de Pensilvania.
Swift considera que el público estadunidense ha sido “deslumbrado para que, ‘si odias al presidente, odias a Estados Unidos’”.
Dice estar arrepentida de no haber alzado la voz durante aquellos comicios y afirma que habría respaldado a Hillary Clinton.
Taylor Swift promueve su sexto álbum, Lover. Muchas de las canciones rechazan la homofobia, imagina cómo sería vista si fuera hombre y reflexiona sobre la nave abandonada y desesperada engendrada por los Estados Unidos de Trump
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