México ya cuenta con ventajas productivas y competitivas para atraer las inversiones de China si aprovecha la guerra comercial de ese país con Estados Unidos, pero hay que hacerlo saber con una estrategia que desde este momento ya tendría que estarse viendo, expresó Fernando Ruiz Huarte, director del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce).

Los 480 mil millones de dólares por año que exporta México no son poca cosa, sobre todo cuando 88 por ciento son manufacturas. Eso demuestra que sabemos hacer las cosas, pero hay que darlo a conocer.

Para el dirigente, con esta guerra estamos hablando de que empresas que fabrican en un país se vayan a otro. Lo que busca el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es que se salgan de China las muchas fábricas americanas que se fueron a producir allá por tener condiciones más competitivas. Si empresas que hoy producen en China deciden instalarse en México, nos puede beneficiar un poco.

Estamos al filo de la navaja: Anierm

En cambio, Gerardo Tajonar Castro, dirigente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm), dijo no estar tan optimista sobre las oportunidades que tiene México con dicho conflicto.

Creo que es pasajero. Estamos a merced de los designios de un país o de su presidente (en alusión a Trump). Nosotros también estamos al filo de la navaja porque en esa guerra el gobierno de Estados Unidos puede exigir al de México que no se le den oportunidades de inversión al de China.

Agregó que además hay incertidumbre a nivel interno con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y se pierde competitividad para atraer inversiones. Las autoridades mexicanas también están a la expectativa de lo que requiere Estados Unidos.

La inversión extranjera directa (IED) que proviene de China es bajísima, sólo representa 0.2 por ciento del total, aseveró por su parte Sergio Silva Castañeda, titular de la Unidad de Inteligencia Económica Global de la Secretaría de Economía (SE).

Señaló que el gobierno federal no pierde de vista que China es el nuevo gran jugador en el sistema global y sin duda hay oportunidades para que entre más inversión de ese país en sectores estratégicos mexicanos. La embajada china ya nos está ayudando para hacer esos tiros de precisión, en particular para el sector aeroespacial, de comercio y en materia turística.

Sin embargo, el funcionario acotó que sería un error que México enfocara su estrategia de atraer inversiones nada más en China, cuando el objetivo es la diversificación: No es el único lugar que representa oportunidades para México y debemos ser más agresivos para tratar de atraer capitales de otros países de Asia, como Japón, Singapur y Corea, comentó.

Ruiz Huarte remarcó que las nuevas inversiones no son aterrizables tan rápido porque tienen que estudiarse con calma, evaluarse el costo-beneficio, ventajas y debilidades, además de que no sabemos hasta cuándo o hasta dónde llegará la guerra comercial, porque China y Estados Unidos, que están perdiendo, también pueden ponerse de acuerdo pronto.

Insistió que en este momento gobierno y empresarios ya tendríamos que estar viendo en qué áreas de producción de China tenemos mayor posibilidad para producir y dónde somos realmente competitivos. Esa es la clave: demostrar que somos más competitivos que otros países porque obviamente muchos van a buscar atraer esas inversiones chinas y estadunidenses.

Tajonar coincidió en que “es un buen momento para que el gobierno mexicano revise a conciencia en cuáles cadenas de producción puede México ofrecer valor agregado porque hay muchas que están truncas. Dijo que tampoco es descubrir el hilo negro, porque la realidad es que las cadenas que se han desarrollado en México, como la industrias automotriz y electrónica, están vinculadas a la economía de Estados Unidos.