En la última década, el endeudamiento de los estados ha sido creciente, al pasar de un monto de 252 mil millones de pesos en 2009, a 595 mil 800 millones al cierre del primer trimestre del presente año, situación que obliga al actual gobierno federal a rediseñar el actual sistema de coordinación fiscal.

De acuerdo con el estudio Disciplina financiera y el endeudamiento público de las entidades federativas en México, realizado por un grupo de académicos de la Escuela Superior de Economía (ESE) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), se estima que esta pesada carga de las haciendas públicas de los estados y municipios afecta de manera indirecta la prestación de bienes y servicios estatales y con ello al desarrollo nacional.

Elaborado por las académicas Isabel García Morales, María Concepción Martínez y Brenda Pérez Medina, el análisis señala que aunque no todos los estados están gravemente endeudados, en casi todos tiende a aumentar. Esto hace que el endeudamiento subnacional se aborde como un problema nacional, recomienda.

Además, advierte que este endeudamiento y la fuerte dependencia que tienen los estados respecto de las participaciones y aportaciones del gobierno federal se ha convertido en un problema estructural, derivado por la actual configuración del sistema nacional de coordinación fiscal, en donde los principales impuestos los cobra la Federación y transfiere a las entidades apenas 20 por ciento de ellos.

Isabel García Morales, profesora investigadora de la ESE, señala que para algunos estados el total de las transferencias representa hasta 90 por ciento de su presupuesto, lo cual refleja una alta dependencia.

Al primer trimestre de este año, cinco entidades concentran, en términos absolutos, 51 por ciento de la deuda subnacional: la Ciudad de México, con 80 mil 822.7 millones de pesos; Nuevo León, 76 mil 512 millones; estado de México, 49 mil 871 millones; Chihuahua, 49 mil 710 millones, y Veracruz, 46 mil 729 millones.

Los menos endeudados son Tlaxcala, con 63.4 millones de pesos, y Querétaro, Baja California Sur, Aguascalientes y Campeche, todos con niveles inferiores a 3 mil millones de pesos; muy por debajo del promedio de 18.6 mil millones.