Martes 27 de agosto de 2019, p. 31
México no necesita la liberación ni despenalización del consumo de cocaína. Es uno de lo sicoestimulantes más adictivos y de mayor riesgo para la salud, por lo que, más bien, se requiere de una participación más fuerte del Estado porque el consumo individual permitido por la ley no prevé el tipo de sustancia al que tienen acceso los usuarios, advirtió Gady Zabicky, titular de la Comisión Nacional contra las Adiccio-nes (Conadic).
Recordó que por las reformas al Código Penal hechas durante el gobierno de Felipe Calderón, en el país está permitida la portación de un máximo de 0.5 gramos de cocaína. Se criminaliza y sanciona si las personas traen consigo una cantidad mayor, pues se considera que forma parte de una actividad ilícita (narcomenudeo).
Pero quedó un vacío porque se carece de un mecanismo seguro de adquisición de la sustancia. Así que algunos sectores, los de mayores ingresos, pueden obtener un producto de calidad superior con respecto a la que llega a la población de menores recursos.
En entrevista sobre la sentencia del juez decimocuarto de distrito en materia administrativa que concedió dos amparos para la posesión, transporte, empleo y uso de cocaína (La Jornada, 21/8/19), resaltó que es el mismo juzgador que conoció de las demandas de amparo para el uso lúdico de la mariguana, en la primera instancia.
Dijo que después de la experiencia con la mariguana, era esperable
que se interpusieran demandas de amparo para el uso lúdico de otras drogas.
Sin embargo, sostuvo, no es igual y el gobierno no prevé dar la misma respuesta
. No hay la intención de legalizar la cocaína, reiteró. Como parte de la responsabilidad del Estado, lo que se requiere es salvaguardar la seguridad y la salud de la población.
La prioridad del gobierno federal es pacificar el país, recuperar la tranquilidad y los espacios públicos, para lo cual se necesita, en el caso de las adicciones, de dotarle dosis de ciencia y asumir una actitud correcta
frente al problema, sostuvo.
Esto implica, en parte, dejar atrás el prohibicionismo y ver este tema desde una perspectiva médica. También se debe reconocer la realidad y ésta es que hay consumo de cocaína y un mercado negro que la provee.
Otro aspecto tiene que ver con el elevado riesgo de adicción que tiene el consumo de cocaína. En investigaciones de laboratorio se ha comprobado que es una de las sustancias con una elevada capacidad de generar adicción, junto con las metanfetaminas.
Respecto del fenómeno de la adicción, hay al menos, un par de variables a considerar, pues algunos, efectivamente, se vuelven dependientes del consumo de cocaína y otros individuos tal vez no sean adictos, pero sí incurren en actos de riesgo de tipo sexual, se vuelven agresivos y con tal de poder consumir cometen delitos como el robo.
Aparte están los daños que ocasiona el consumo compulsivo, señaló Zabicky, entre otros, la afectación en el funcionamiento del corazón, aumento de riesgo de presentar crisis hipertensiva y accidentes cerebrovasculares. De igual manera aumenta la probabilidad de afectaciones en tejidos blandos de la nasofaringe y en el tabique nasal.