Una insuficiente redistribución de la riqueza en México, asociada con un parco crecimiento, ha dejado al país en un nivel moderado de reducción de la pobreza, plantea el Banco Mundial (BM). Expone que, en ese punto, la nación se quedó rezagada frente a lo sucedido en la última década en el resto de América Latina.

El tamaño de la clase media ahora se encuentra por debajo del promedio de América Latina y el Caribe (22.3 por ciento, frente a 36 por ciento). A la par, la proporción de personas vulnerables a la pobreza ha aumentado; en una década pasó de 39 a 43 por ciento, mientras el promedio en la región es de 37 por ciento, destaca en el Diagnóstico sistemático de país.

Pese a la implementación de reformas y de contar con múltiples recursos, su desempeño está por debajo del potencial y del de otros países comparables en términos de crecimiento, inclusión y reducción de pobreza, subraya el organismo sobre el caso de México.

El BM sostiene a la par que la crisis financiera mundial de 2008-2009, entre otros factores, implicó que en prácticamente tres décadas la pobreza se haya mantenido sin cambios. Las cifras más recientes exhiben una pobreza financiera de 53.2 por ciento; en 1992 era de 53.1.

El énfasis lo pone en las áreas rurales, donde el organismo sostiene que se alinean baja productividad, pocas inversiones en capital físico y humano, y altas tasas de pobreza, particularmente en el sur del país. Pero tampoco en zonas urbanas se ha logrado mitigar la desigualdad, pues la mayoría de los pobres de México viven en áreas urbanas, con desafíos en la provisión de servicios.

Lo localizable de la disparidad es que siete de cada 10 pobres extremos se cuentan en seis estados: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Michoacán y Veracruz.

En ese sentido, recalca que además de choques exógenos, una acumulación limitada de capital físico por más de cuatro décadas y la formación de capital humano con habilidades insuficientes para competir en mercados globales han dejado atrás la economía del país. En este punto, recalca que sólo la mitad de los jóvenes de 15 años en México obtienen las habilidades necesarias para participar de manera efectiva en la sociedad y el mercado laboral.