Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 15 de septiembre de 2013 Num: 967

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Herman Koch:
dosificar el conflicto

Jorge Gudiño

Federico Álvarez:
Una vida. Infancia
y juventud

Adolfo Castañón

A la sombra de
la hechicera

Juan Manuel Roca

Tres poetas

Belisario Domínguez:
política con dignidad

Bernardo Bátiz V.

Una topada de
huapango arribeño

Guillermo Velázquez, el León de
Xichú y Juan Carreón, el Diablo

Zona muerta
Aris Alexandrou

Leer

Columnas:
Bitácora bifronte
Jair Cortés
Mentiras Transparentes
Felipe Garrido
Al Vuelo
Rogelio Guedea
La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía
Cabezalcubo
Jorge Moch
La Casa Sosegada
Javier Sicilia
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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Luis Tovar
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Corto por corto

El pasado miércoles 11 de septiembre concluyó la octava edición de Short Shorts, Festival Internacional de Cortometrajes de México, efectuado en Ciudad de México. Fundado y dirigido por el entusiasta Jorge Magaña, el festival cuenta con ocho secciones competitivas, a saber: Ficción México, Animación, Documental, NeoMex, Iberoamericana, Internacional Ficción, Animación Internacional y Guión.

Puesto que, desde hace algunas ediciones, el guanajuatense Festival Expresión en Corto dejó de ser lo que era para convertirse en el Guanajuato Internacional Film Fest –es decir, aunque la del cortometraje sigue siendo una presencia importante, ya no es la principal de sus ampliadas vocaciones–, el Short Shorts está en clara vía de convertirse en el escaparate de mayor relevancia para la exhibición y la difusión del que, junto con el documental, sigue siendo la porción más saludable de ese conjunto llamado cine mexicano.

El material que conforma la presente versión del Short Shorts comprueba lo anterior: las veinticuatro ficciones, las diez animaciones, los diecinueve cortos denominados NeoMex, así como los catorce cortometrajes documentales, arrojan la cifra de sesenta y siete producciones mexicanas que, amén de notables en lo cuantitativo –piénsese que provienen de un proceso de selección, lo cual indica una cifra desconocida, pero desde luego mayor, de películas–, en general mantienen un nivel de calidad más que aceptable.

Cortos de largo alcance

Por causas profesionales, este arrimacomas concentró su atención en los cortos documentales. De ellos, la mitad –y sin forzar definiciones– aborda temáticas sociopolíticas, mientras casi la otra mitad se concentra en el retrato humano, bien sea el más elemental, consistente en la presentación de un fragmento de vida –a la manera de quien ofrece una explicación del conjunto a través de una porción del mismo–, o en la exposición de una leyenda popular. El “casi” lo motiva el segundo en términos de duración: poco menos de veintiocho minutos tiene el difícil de clasificar y muy bien compuesto ¿Olvida usted algo? (2012), de Dalia Huerta Cano –productora, coguionista con José Villalobos, cosonidista, cinefotógrafa y directora–, que desde una perspectiva multirracial/multicultural aborda la tendencia contemporánea a perder, minusvalorar, ajar o morigerar eso que, sea lo que sea, permite pensar en términos de humanidad, esa idea hermosa según la cual somos, o podemos ser, algo más que meras presencias consumidoras en un mundo que no nos necesita, del cual siempre y absurdamente porfiamos en considerarnos propietarios, cuya última razón para existir acaba siendo tan inefablemente misteriosa como la nuestra.

Los de corte sociopolítico se refieren al choque entre dos culturas, expresado en conflictos de convivencia e identidad –Americanos: voces del medio mundo, Javier Yazp, 2012–; a la defensa del territorio y, con él, de una forma de vivir y de una cosmovisión entera –Al fin del desierto, Sheila Altamirano, 2013–; al surgimiento de un movimiento social en contra de la imposición electoral ahora por “modernizadas” vías –La joven tierra, Ehécatl Cabrera, 2013–; a la denuncia y la protesta en contra de la urbanización invasiva que no sólo altera el paisaje citadino –Ciudad sin fin, Violeta Carvajal, 2013–; al riesgo de alterar irremediablemente el entorno ecológico en provecho de negocios turísticos –Cabo Pulmo, Manolo Mendieta/Juan Pablo Maturana, 2013–; a la protesta colectiva, vista desde la perspectiva de uno de sus principales gestores, en contra de la amenaza nuclear que significa la planta eléctrica de Laguna Verde –Ruta de emergencia, Guinduri Arroyo, 2010–; y finalmente al modo en que puede reivindicarse, por medio de la dignidad y la creatividad, un “monumento” urbano repudiado –Un altar de muertos, una estela de luz, Alberto Delgado de Ita, 2013.

De los “retratos”, destacan B-Boy (Abraham Escobedo, 2013), saga personal de un joven bailarín amateur de breakdance en Guadalajara, que obtuvo mención honorífica, pero sobre todo el ganador, titulado La Parka (Gabriel Serra Argüello, 2013), estético pero no por ello menos intenso acercamiento a la historia, el entorno, el pensamiento, las sensaciones y las emociones de un verdugo singular: el precisamente apodado La Parka, maduro y parco ejecutor, en un rastro, de la muerte de quinientos animales por semana durante más de mil quinientas semanas.

Por la importancia obvia que tiene la difusión del cortometraje, así como por la calidad de lo que exhibe, es deseable que el Short Shorts goce de larga vida.