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Presentación
Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega
Paco Ignacio Taibo II,
el desmitificador
Marco Antonio Campos
Cartas de amor en venta
Vilma Fuentes
Tres poetas
Las cuatro vidas de
Enzo Battisti
Fabrizio Lorusso entrevista
con Cesare Battisti
Alas y raíces en Palermo:
una cultura comunitaria
Carmen Parra entrevista con Leoluca Orlando, alcalde de Palermo
ELOÍSA Y SU Príncipe:
un premio para los
libros de cartón
Esther Andradi
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Ricardo Venegas
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Mentiras Transparentes
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Uno
Ayer en la noche que jugaba Uno con mi mujer y mi hijo pude entender el significado real de esa frase tan trillada como cierta que dice: la unión hace la fuerza. La he repetido cientos de veces, pero jamás había caído en la cuenta de lo que quería decir realmente, aun cuando sea tan evidente que ni siquiera merezca explicación. Lo supe cabalmente ayer noche que mi hijo juntó las cartas desperdigadas, las adosó una con la otra, y las dejó en un solo bonche en medio de la mesa. Recuerdo que yo, como si fueran lo único que existiera en el mundo en ese instante, las cogí, golpeé su canto contra la madera, quise doblarlas por el medio y, luego de varios intentos, me di cuenta de que era imposible. Entonces separé una sola carta y realicé la misma operación, y la carta se resquebrajaba, pero apenas la adhería a sus hermanas y no había manera de arredrarla. Podía incluso caer en peso sobre ellas, y nada. Juntas las cartas permanecían incólumes ante cualquier adversidad, tal como esos que salen a las calles a protestar o que caminan en bloque, con sus bayonetas en ristre, contra el enemigo. |