Conscientes de que dar un concierto es seguir un guion, el grupo mexicano La Barranca, comandados por José Manuel Aguilera, lo que buscará lograr hoy en el Teatro Metropólitan, “es encontrar un tono del show, esto es algo muy subjetivo y ambiguo, pero es base en la que construimos la lista de canciones para cada uno de los conciertos”, confiesa Aguilera en entrevista con La Jornada.

Aguilera explica cómo los conciertos se vuelven un poco predictivos, y cómo enfrentará La Barranca un nuevo show: “Siempre tenemos que correr el riesgo de que un fanático diga ‘faltó esa’. En nuestro caso tenemos 12 álbumes es imposible tocarlos todos, incluir una canción en la lista significa quitar otra. Nosotros asumimos eso y que es inevitable, entre el público siempre habrá alguien que se quedará con ganas de escuchar cierta canción. No podemos complacer a todos”.

Continuando con su disertación el guitarrista menciona: “a partir de esta dificultad lo que nosotros planteamos para cada concierto es una estética, parámetros y lineamientos. Nos gusta encontrar un tono del concierto, esto es algo muy subjetivo y ambiguo, en base a esto construimos la lista de canciones. ¿Cuál es ese tono?, tiene que ver con el tipo de ánimo, en este caso para la presentación de hoy serán las canciones que tienen el ritmo latino o más tersas. A eso me refiero a un tono y en base a eso establecer un orden, encontrar cuál tema va en qué sitio”.

Nuestro entrevistado también confesó que en la velada de esta noche: “en La Barranca también incluimos canciones que casi nunca tocamos, porque para el fanático es una agradable sorpresa, ese es otro lineamiento que seguimos. Lo último que tomamos en cuenta, que es determinante, es que nosotros no queremos repetir lo que hicimos el año pasado: no tocamos temas de un concierto anterior”.

En otra franja, declara Aguilera, que roza lo inasible: “A veces sentimos la energía del público y, como tenemos las suficientes cartas en nuestra baraja, nos salimos del guion. No somos un grupo tan estructurado que nos convierta en algo inamovible; no tenemos todo presecuenciado que nos impida salirnos del esquema. La Barranca toca sus canciones en vivo, no usamos secuencias, tenemos la libertad de que en cualquier momento podemos alterar la cosas depende del humor del concierto. Ha pasado que estaría mejor seguir con la canción 10 cuando seguía la seis, por ejemplo, sobre la marcha decidimos. Estoy totalmente consciente de eso”.

Consciente de su voz creativa

Otra de las cosas que está consciente Aguilera es que su voz creativa “la tengo bien identificada. Se trata de poner atención. Es una cosa que no lo ejerzo en la cotidianidad sino por periodos: días, semanas o meses donde me pongo a cazar posibles ideas. En el proceso creativo cualquier cosa que genere una idea es válida y se agradece. Puede llegar en algún momento pero debes de estar preparado en la búsqueda, es muy difícil sacar una rola cuando estás viendo futbol, porque la atención está en el partido. Pero cuando estoy en el supermercado a veces sí llega alguna idea o una copla, la atención no está tan demandada. Somos cazadores de ideas y las cazas donde te asaltan”.

En estos 28 años de La Barranca, a José Manuel Aguilera le gusta pensar que su creatividad “se ha paseado por mi cabeza y ha migrado a otro lugar. Es muy difícil decirlo porque eso se ve desde afuera. Hay una parte de oficio en hacer música y componer canciones, si hiciera sillas después de algún tiempo pensaría que ‘ahora éstas me quedan más chidas’. Ese es el objetivo final, quiero pensar que estoy preparado para enfrentar el asunto de hacer una buena canción”.

José Manuel manifestó que para dedicarse a la música, primero tuvo una fascinación por el instrumento: “una fascinación inocente y desde fuera, me gustó que esa combinación de los trastes y las cuerdas donde podían pasar miles de cosas, como si fuera un tablero. Esa intuición es correcta porque ahí pasa todo. Que ahora todos podamos tener una guitarra no le quita el infinito poder que tiene como instrumento para generar música. Esa fascinación existió primero y luego tratar de escribir cosas que no existían, en lugar de reproducir cierta canción me pregunté ¿qué pasaría si compongo una, a ver qué se siente?”.

Haciendo uso de su retentiva y como si lo poseyera su espíritu adolescente, José Manuel Aguilera, rememora: “Todo es muy gradual e incipiente, las primeras cosas que hice me llenaron de una sensación de realización increíble porque crear algo que no existía es algo fantástico; a eso que sentí se fueron sumando otras cosas más. Al principio no sabes si están bien o mal: lo hiciste y ya, pero cada vez te exiges más y quieres hacer una canción que esté padre”.

El músico compartió: “y eso es lo que siempre me repito: quiero hacer buenas canciones. Muchos me dicen ‘ya hiciste algunas buenas’, pero la idea que tengo de hacer un tema padre todavía no lo hago. Mientras llega la canción inabarcable sirve para ponerme en movimiento y componer otras”.

Concluyendo la charla Aguilera considera que: “la relación con el público es la razón de existir de una banda y el destino final de una canción es que se escuche. La audiencia es la parte final de este proceso, le tengo demasiado respeto para ser complaciente con ella, generosamente nos ha otorgado una responsabilidad: ‘ustedes son los que saben que chingados están haciendo, háganlo y preséntenoslo’, entonces no puedo ser complaciente con ellos. A lo que se va a enfrentar el público en el concierto de hoy es que va a ser algo diferente y no una repetición. No quiero que pase que alguien diga ‘perdí mi tiempo escuchando esta canción’. No quiero que eso le pase a La Barranca”.