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Cultura

2023-09-09 06:00

El discreto encanto del canto medieval

El Trio Mediæval fue fundado en Oslo en 1997 por Linn Andrea Fuglseth, Anna Maria Friman y Torunn Ostrem.
El Trio Mediæval fue fundado en Oslo en 1997 por Linn Andrea Fuglseth, Anna Maria Friman y Torunn Ostrem. tomada de su sitio web
Periódico La Jornada
sábado 09 de septiembre de 2023 , p. 12a

He aquí una joya: An Old Hall Ladymass, el nuevo disco del Trio Mediæval, grupo de culto que tiene una estela de abalorios escanciados en su caminar.

Es un viaje a nuestro ser interior, una meditación profunda, una sonrisa que se queda en nuestro rostro, la consecución de la calma, la dicha.

El Trio MediÆval fue fundado en Oslo en 1997 por Anna Maria Friman, Linn Andrea Fuglseth y Torunn Ostrem. Se especializa en obras polifónicas medievales. Lo interesante, valioso y valeroso es que esas obras fueron escritas por y para hombres, y en este caso las interpretan mujeres, con resultados muy superiores a las grabaciones fabricadas en el patriarcado.

Merced al filme Youth, de Paolo Sorrentino, la ya de por sí ganada fama mundial de este trío canoro creció exponencialmente por una de las partituras que escribió David Lang para la banda sonora: Just (After the Song of Songs), que es una obra de tremendo impacto emocional, originalidad y belleza.

Y es que la belleza es el sello distintivo de la música que protagoniza el Trio Mediæval: considerada la escucha prolongada de su discografía completa, estamos frente a un mar de música cuyo oleaje en las orillas nos arrulla y mar adentro estremece.

La música medieval es un territorio vasto y mágico. La mayor parte de las obras que la componen son vocales, sean religiosas o seculares, marcadas en los primeros siglos por la monodia, representada por el canto llano religioso y en el ámbito secular por la lírica cortés de los trovadores y troveros.

La música de la Edad Media se divide en tres géneros: el canto monódico, la música profana y la polifonía, de los cuales la música religiosa corresponde a los géneros monódicos, como el canto gregoriano y la polifonía, mientras la música profana la cultivaron trovadores, juglares y los fascinantes goliardos.

La polifonía es el arte de combinar sonidos y melodías distintas y simultáneas; entre las técnicas al uso está la diatonía, consistente en líneas paralelas o líneas en sentido contrario. Y el panorama se amplía en toda esa era con sus antecedentes y evoluciones: el discanto, el ars antiqua (donde ocurrieron los primeros ensayos polifónicos), entre otras vertientes.

Hay en este disco efectos siempre sorprendentes: fue grabado en un templo, ámbito adecuado para la acústica en la que fueron producidas estas obras en su momento. Las tres cantantes se distribuyen físicamente y dirigen sus pechos hacia las alturas, izquierda, derecha, se desplazan levemente para crear una atmósfera celestial donde por momentos nos parece escuchar voces que vienen de muy lejos o que están ubicadas en el fondo del templo, que bien puede ser, con el efecto acústico logrado, un desierto, un campo árido, una montaña y esas voces se acercan y se alejan.

También hay efectos de voces agudas que al llegar a su punto más elevado, descienden suavemente en una suerte de reverberación alelante, notas sostenidas y onduladas que producen sensaciones sumamente agradables.

De hecho, muchos reseñistas de los discos del Trio Mediæval gustan de citar los usos que les destinan muchos escuchas: para meditar (aunque para meditar no se necesita música, sino su sustancia: el silencio), para leer (actitud propicia: acompaña el viaje que proporciona la lectura), tomar una copa de vino o simplemente estar.

El nuevo disco del Trio Mediæval, An Old Hall Ladymass, debe su nombre al exquisitamente decorado libro de coro del siglo XV conocido como Old Hall, cuyo manuscrito estuvo perdido unos 400 años hasta su hallazgo en un seminario católico al final del siglo XIX.

Esa valiosa y extensa colección de motetes medievales y fragmentos de misas se convirtió de inmediato en la más celebrada fuente de música inglesa del periodo. Fue escrita por un copista con la intención simple de que lo cantado no quedara en el olvido y de esa manera vivió un milenio en distintas gargantas.

Las especialistas danesas del Trio Mediæval cometieron una serie de aciertos fenomenales al tomar en sus manos ese manuscrito para ponerlo en disco: en primer lugar, dotaron a ese repertorio de actualidad; es decir, lo interpretan como si fuese música escrita hace poco tiempo, pero siguiendo el manierismo de la música polifónica de aquella época.

A ese logro añadieron otro, gigantesco: encargaron a compositores que hoy día son los campeones de la música más sublime, escribieran para ellas obras para ser incluidas y, por tanto, contrastadas con las del libro de coro de marras. Es ahí donde interviene nuestro David Lang, a quien aquí señalamos como el culpable de la felicidad que nos causa la escucha de su pieza titulada Just, con el erotismo fino y delicado que vivimos al leer El cantar de los cantares.

También invitaron a una heroína del Disquero: la compositora noruega Marianne Reidarsdatter Eriksen, quien les escribió la pieza más hermosa del disco: Sol Lucet, a partir de la célebre novela satírica atribuida a Petronio y titulada, precisamente, Satyricon, y a partir del vocablo sol lucet (el sol sale para todos), elabora un juego de ironías sensacional.

Es momento de recomendar otro de los discos que derivan de la escucha del que hoy nos ocupa, porque en él participa nuestra autora: Marianne Reidarsdatter: se titula Todo por lo que nuestras madres han luchado y es un homenaje a las mujeres. Se inicia con la obra titulada Malala y así sigue con ejemplos de batallas de mujeres: las que lograron el sufragio femenino, la estudiante siria que arriesgó su vida para completar su formación de médica, entre otros desafíos narrados en música y textos por compositoras nórdicas.

Una de las ventajas divertidas del algoritmo de Spotify es que nos proporciona hallazgos que siempre nos sorprenden. Por ejemplo, cuando uno se ocupa de otros menesteres mientras termina el disco que hoy reseñamos, nos encontramos escuchando de repente otros tesoros, como el álbum titulado Solacium, grabado por el Trio Mediæval en 2021, y consiste en el rescate de una colección fascinante de himnos y canciones de cuna medievales combinados con composiciones creadas por autores contemporáneos, comenzando por uno de nuestros conocidos: el contrabajista sueco Anders Jormin, fiel compañero de muchos años de su paisano, el pianista Bobo Stenson, y que da inicio al disco de manera tan amorosa como ese momento en que conciliamos el sueño, arrullados por la voz de quien amamos.

Otra conexión del dulce azar: el álbum Soir, dit-elle, también del Trio Mediæval, de 2004, donde, como acostumbran estas expertas nórdicas, combinan repertorio medieval con partituras que encargaron a sus amigos, en este caso un autor de culto: Gavin Bryars, quien nos sorprende por su capacidad camaleónica cuando se pone a escribir como si fuera un compositor medieval.

El disco con el que el Trio Mediæval irrumpió en la industria discográfica y en el gusto de multitudes se titula Words of the Angel, de 1999, todo un acontecimiento por su belleza escanciada en 20 composiciones donde ellas inauguraron la bondad de entretejer piezas tradicionales medievales con obras creadas para ellas, en este caso tenemos a Ivan Moody, alumno de John Tavener, autor de partituras literalmente celestiales.

La obra que da nombre a ese disco, Words of the Angel, es de una belleza alelante. Produce un estado de ánimo pleno de frescura, vigor, ganas de vivir, encandilados en el vaivén de las sílabas glotales, el rejuego de antífonas, las ricas vocalizaciones, los tropos, los tractos, los melismas, las secuencias estróficas, los hallazgos silábicos, las sensaciones y emociones nacidas de una música fantástica puesta en vida por tres cantantes nórdicas que han convertido la Edad Media en nuestra edad.

Han volcado el rejuego de las eras en un círculo mágico, en un anillo de Moebius, en una estructura perfecta de dimensión áurea y secuencia Fibonacci, en voces de alas, suspiros, pestañeos, párpados que se posan en el sueño, cobijados por este arrullo arrollador de arroyo calmo.

en X, antes Twitter: @PabloEspinosaB

disquerolajornada@gmail.com

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