El incremento de tasas, constante en todas las reuniones de política monetaria que ha llevado a cabo el Banco de México durante 2022, no ha frenado la salida de inversiones de la deuda mexicana. En cuatro meses, de enero a abril, los extranjeros han vendido bonos de gobierno por un monto equivalente a 113 mil 942 millones de pesos.
La tenencia de deuda gubernamental en manos de inversionistas foráneos se encuentra en su nivel más bajo de casi una década, muestran datos del organismo central. En abril los extranjeros mantenían un billón 553 mil 554 millones de pesos en bonos mexicanos, la cifra mensual más baja desde septiembre de 2012.
Desde junio de 2021, los integrantes del Banco de México se han reunido ocho veces para fijar la política monetaria y en todas se ha decidido incrementar la tasa de referencia ante presiones inflacionarias que dejaron de percibirse como efectos transitorios derivados de los cierres por la pandemia y pasaron a ser una crisis que no cederá antes de 2024, según organismos internacionales.
No obstante, desde la reunión del 24 de junio de 2021 a la del 24 de marzo de 2022 –no se cuenta la más reciente de mayo–, el Banco de México aumentó en 2.5 por ciento la tasa de referencia, ésta pasó de 4 por ciento a 6.5 por ciento. Si bien el indicador repercute en el costo financiero de la deuda pública, intereses y rendimientos que por ella se paga a los inversionistas, en esos 11 meses salieron capitales por 299 mil 88 millones de pesos de los instrumentos respaldados por las finanzas públicas.
La caída de 16.14 por ciento en la tenencia de bonos del gobierno mexicano en portafolios de extranjeros se dio antes de que la Reserva Federal (el banco central de Estados Unidos), en respuesta al encarecimiento sostenido y acelerado de precios a nivel mundial, aumentara en medio punto porcentual el rango objetivo de su tasa para ubicarlo entre 0.75 y uno por ciento.
Se estima que a dicha decisión, publicada a inicios de mayo, se sumen dos incrementos iguales en las próximas dos reuniones de la Fed. De acuerdo con el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF por su sigla en inglés), el endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos alentará una salida de capitales de mercados emergentes, entre los cuales se clasifica a México.
El Banco de México ha elevado la tasa como respuesta a una inflación que está por arriba de su objetivo de inflación 3 por ciento, en un rango de 2 a 4 por ciento; sin embargo, ya consigna los efectos sobre la deuda gubernamental. En la minuta del 12 de mayo, cuando se decidió un incremento de medio punto para dejar la referencia en 7 por ciento, se advierte que las tasas de interés de los valores gubernamentales incrementaron entre 73 y 102 puntos base, dependiendo del plazo.
La minuta consigna que se observó una salida de fondos en Bonos M en posesión de inversionistas extranjeros y una entrada de recursos dirigidos a Udibonos en busca de mitigar riesgos de una mayor inflación.
Citibanamex estima que la tasa de política monetaria cierre el año en 8.75 por ciento, dado que se advierte “un tono muy restrictivo, con preocupaciones crecientes de los miembros de la Junta (del Banco de México) respecto a la inflación observada y sus perspectivas”.