El Presidente de México aseguró ayer que se revisará la norma emitida por la Secretaría de Economía, y publicada en el Diario Oficial de la Federación el pasado 3 de mayo, para verificar las condiciones físico-mecánicas de vehículos automotores de menos de 3.8 toneladas de peso y con más de cuatro años de antigüedad.

“Eso se va a revisar, no vamos a estar bolseando a la gente”, dijo Andrés Manuel López Obrador en una declaración mañanera que incluyó el señalamiento de que él no había conocido oportunamente la nueva norma de verificación vehicular NOM-236-SE-2021, expedida por la dependencia a cargo de Tatiana Clouthier.

“Tenemos que sensibilizar a los servidores públicos (explicó AMLO), porque ellos dicen: ‘Hay un acuerdo, así está la norma y ya’, y la gente, como los mismos tecnócratas lo dicen, no cuenta; es una variable que no importa, cuando es lo principal”.

Pero, añadió, “esa es la mentalidad que prevalecía, y no se ha ido todavía; es que son procesos de cambio, de transición. Hemos avanzado mucho, pero falta, nos queda todavía una parte ahí del pensamiento conservador tecnocrático que hay que irlo haciendo a un lado” (https://bit.ly/3PB6K5A).

Las palabras del presidente López Obrador descalifican uno de los productos de la gestión de la secretaria Clouthier, el relacionado con esta verificación vehicular, pero también a un pensamiento derechista que ha de suponerse no encuentra cauce en el contexto general de la administración conocida como Cuarta Transformación.

Las referencias a este punto del trabajo de Clouthier contrastan con las continuas menciones elogiosas del Presidente a otros integrantes del gabinete, en especial al corcholatismo dorado (dado que incluso entre las corcholatas hay clases en cuanto a futurismo electoral), como Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López Hernández y, con menor entusiasmo, a Marcelo Ebrard.

La secretaria de Economía es hija de Manuel J. Clouthier, quien fue figura legendaria de un panismo muy distinto y distante de la blandenguería y oportunismo que actualmente domina a ese partido. Ella misma fue militante de Acción Nacional y diputada federal plurinominal a nombre de éste.

Renunció al PAN en 2005, al estar en contra del arribo a la dirigencia nacional de Manuel Espino, con quien compartiría gabinete obradorista muy ampliado, pues el duranguense fue comisionado del Servicio de Protección Federal. Otra contigüidad polémica se dio con Manuel Bartlett, acusado de cometer fraude electoral en 1988 contra la oposición que incluía al Maquío, quien era candidato presidencial panista.

En una jugada en busca del voto norteño (Tatiana, sinaloense, lleva largos años instalada en Monterrey) y del apoyo de segmentos panistas o derechistas que estuvieran indecisos, López Obrador la nombró coordinadora nacional de la campaña presidencial, aunque en los hechos no ejerció tal cargo pero sí, y con muy buenos resultados, el de propagandista (en particular, en Internet) y polemista, sobre todo en programas de radio y televisión.

No aceptó ocupar a partir de diciembre de 2018 una subsecretaría en el gobierno andresino y optó por mantenerse como diputada federal a nombre de Morena. En diciembre de 2020 fue nombrada secretaria de Economía (con lo que dejó el camino libre a Clara Luz Flores para ser candidata morenista al gobierno de Nuevo León), como parte del área de interés garantizado del empresario Alfonso Romo cuando éste salió de la jefatura de la oficina de la Presidencia de la República. Además de la Secretaría de Economía, Romo mantiene influencia en la de Agricultura, con el muy propicio Víctor Villalobos Arámbula como titular.

En el contexto de la respuesta del Presidente a un reportero sobre tal verificación vehicular impugnada, el tabasqueño mañanero mencionó con detalle los desacuerdos con su primer secretario de Hacienda, Carlos Urzúa (aunque no lo citó por nombre y apellido), que llevaron a éste a renunciar al cargo. ¡Hasta mañana!

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