Para inhibir intentos de corrupción y extorsión, y también para “empoderar” a los verificadores sanitarios durante sus labores, éstos portarán cámaras de videograbación de solapa, informó Alejandro Svarch Pérez, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
En la presentación de la Estrategia Nacional de Buen Gobierno en el Sistema Federal Sanitario, que busca combatir la corrupción de esa rama del sector salud, destacó que se trata de una “innovación regulatoria”, pues hasta ahora no se ha utilizado en este tipo de personal.
Svarch subrayó que “la videograbación representa un esfuerzo histórico” de la Cofepris, que dará “certeza regulatoria y garantizará la integridad”. Al tener “todas las operaciones de nuestros verificadores grabadas, podemos eliminar intentos de corrupción, extorsión o abusos de poder, pero también empodera a los servidores públicos”.
Antes de presentar el dispositivo a los asistentes al acto, realizado en la sede de la Secretaría de la Función Pública (SFP), indicó que “muy pronto” se contará con esta “nueva medida de seguridad para protegernos a nosotros mismos y a la institución”. Se prevé que se instrumente antes de concluir este año.
Con las “visitas grabadas tendremos la certeza y la evidencia de que lo que dictaminamos, sancionamos y vigilamos será siempre respetado”.
Usar las cámaras de solapa es una de las medidas que se desprenden de la referida estrategia. “Son una nueva herramienta de trabajo que todos los verificadores tendrán en sus chalecos”, dijo.
Roberto Salcedo Aquino, titular de la SFP, señaló que “la esfera de competencia de la Cofepris resulta particularmente proclive a los hechos de corrupción, dada la discrecionalidad en la ejecución de los procesos de operación y autorización sanitaria”.
No obstante, resaltó que la discrecionalidad posee una “vertiente positiva”, pues permite “atender de acuerdo al objetivo que se pretende”, pero advirtió que “mal entendida, la discrecionalidad puede convertirse en una licencia para la arbitrariedad, y en un caldo de cultivo para la corrupción y la ineficacia”.
Luego de la presentación de la medida, los 32 titulares estatales de regulación sanitaria expresaron su beneplácito por esta innovación. La Cofepris cuenta con alrededor de un centenar de verificadores federales, y la expectativa es que esto se extienda a los estatales.
Salcedo Aquino comentó que en el sistema sanitario esa discrecionalidad mal ejecutada propicia “incumplimiento de los plazos, alargamiento innecesario de los trámites, simulación, ineficacia de los actos de verificación, emisión de autorizaciones sin el debido cumplimiento de las normas y componendas para la emisión de dictámenes que favorecen intereses privados en contra del interés de la salud de los habitantes”. Justo ese tipo de discrecionalidad es la que busca evitar la estrategia.