Ciudad de México. Locatarios de cocinas que venden comida corrida y otros alimentos preparados en el mercado Medellín, así como encargados de establecimientos de ese giro y restauranteros de la colonia Roma Sur, en la alcaldía Cuauhtémoc, aseguraron que aún no se ve reflejada la reducción de precios en la carne de res, cerdo y pollo, además del aceite y huevo, los cuales son los principales artículos que utilizan a diario para ofrecer diversos platillos a los consumidores a quienes no pueden incrementar, dijeron, el costo final de los platillos que mantienen desde enero pasado.
Álvaro Juárez, quien desde hace más de 40 años atiende la cocina Chucho y Lulú, detalló que por un kilogramo de carne de res paga en promedio 190 pesos, de cerdo 140 y de pollo 120 pesos, mientras el precio del litro de aceite marca 1-2-3 logró conseguirlo con un proveedor en 45 pesos, porque en las tiendas de autoservicio anda en 50.
Señaló que mantiene el precio de la comida corrida en 80 pesos, a pesar de que prácticamente todas las semanas enfrentan alzas en diferentes productos: “El chile poblano está en 45 pesos, el huevo en 40, el chayote en 25, el queso Oaxaca en 80 y el rallado en 60”.
Mientras, el kilogramo de chile ancho, guajillo y pasilla lo adquiere en 108, 115 y 118 pesos, respectivamente; el aguacate se ha convertido en un producto de lujo –y no está en la lista de los 24 que integran la canasta básica, pues alcanza los 120 pesos–, “dejamos de ponerlo en los taquitos dorados, sólo damos una rebanadita en la sopa de tortilla”.
La misma situación enfrenta Guillermo Medina, a cargo de la cocina económica ubicada en avenida Monterrey casi esquina Baja California, al señalar que “sólo que el cliente pida aguacate se le dice que se le va comprar al mercado, pero se le incluye en la cuenta y por una pieza llegan a cobrar unos 30 pesos”.
Indicó que adquirir al mayoreo en el mercado de Jamaica “nos permite mantener el precio de la comida en 60 pesos, aunque el aceite está por las nubes, igual que el bistec y el pollo, que antes era de lo más barato”.
Por su parte, Nallely Cardona, responsable del restaurante Metate, establecido en la calle Tepic, comentó: “Estoy manteniendo precios porque sé que la economía no está bien para nadie”, al referir que eliminó de la carta el guacamole, por el alto precio del aguacate.
“Subieron muchísimo, por ejemplo, el salmón y la pechuga de pollo, prácticamente al doble”, pero acotó que el gobierno federal “sí tiene disposición de proteger a la población con programas y acuerdos para reactivar la economía en el contexto de que venimos de la pandemia y del conflicto Rusia-Ucrania.”