El asesinato de civiles en Reynosa, Tamaulipas, durante una balacera el pasado fin de semana, propiciado por grupos de la delincuencia organizada, se trató de un “acto de provocación” sobre el que ya hay detenidos, informó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Queremos llegar al fondo del asunto, porque fue un acto de provocación, desde luego, muy reprobable porque perdieron la vida inocentes. Pero tenemos que saber qué originó esta acción, porque no hubo un enfrentamiento, dispararon en contra de la gente inocente, por qué hicieron eso”, expresó durante su conferencia de prensa en Palacio Nacional.
Detalló que siguen las indagatorias sobre los hechos, pero aclaró que “nosotros no podemos a la ligera hablar de terrorismo como algunos quisieran, porque eso da pie a que gobiernos extranjeros se inmiscuyan en asuntos que sólo corresponden a México. Son cuestiones delicadas, por eso vamos a investigar”.
Recordó que tras el asesinato de integrantes de la familia Langford y LeBarón, en Bavispe, Sonora, hubo quienes apostaban a que el gobierno federal no llevaría a buen puerto las indagatorias, pero –aseguró– prácticamente todos los que participaron en ese delito están detenidos y acaba de aprehenderse a uno de los jefes de la banda responsable.
Además, ante las declaraciones del gobernador de Michoacán, Silviano Aureoles, quien acusó que Morena ganó con Alfredo Ramírez Bedolla la gubernatura gracias al respaldo de grupos criminales, el mandatario pidió “que lo pruebe si tiene elementos”, pues de lo contrario sería noticia falsa y amarillista.