Chilpancingo, Gro., El alcalde morenista del municipio de Zirándaro de los Chávez, Guerrero, Gregorio Portillo Mendoza, denunció que desde hace más de dos meses no ha podido ejercer sus funciones debido a las presiones del cártel Jalisco Nueva generación y La familia michoacana).
En conferencia de prensa en Chilpancingo, afirmó: “Estamos gobernando desde fuera. Ya son dos meses, las condiciones no son muy convenientes, el nivel de confrontación con los grupos delincuenciales es tal que es necesario mantener la integridad”.
Señaló que el crimen organizado busca imponerse “no solamente con el saqueo de recursos, porque utilizan a los ayuntamientos como una parte más de su negocio. Son grupos que se dedican a la extorsión. Todo Guerrero está infestado de este tipo de organizaciones”.
Portillo Mendoza relató el secuestro que sufrió el 18 de marzo. “Me levantaron junto a mis escoltas y me torturaron para obligarme a no buscar la candidatura. Los grupos de la delincuencia no están de acuerdo con que nosotros no les demos dinero, con que no acatemos sus órdenes, con que pintemos una raya de separación entre el crimen organizado y el gobierno. Para ellos es necesario imponer a alguien que acate sus instrucciones, que se someta a sus reglas.
“La agresión fue por haberme inscrito como aspirante a la relección. La indicación era no participar, que renunciara.”
Portillo Mendoza aseguró que la mayoría de los pueblos que han sido afectados de manera directa por la guerra, “sobre todo en la zona serrana, son San Rafael, Los Cimientos, Los Alacranes, La Piedra, Las Juntas y Guacamayas. Sólo un tercio de la población ha regresado a sus hogares; la mayoría sigue fuera, han retornado a lugares totalmente desolados, sin su ganado, sin sustento ni su forma de vida. Perdieron absolutamente todo”.