Madrid. El todavía oscuro y enigmático caso del suicidio del empresario informático John McAfee, el creador del antivirus más conocido del mundo, sigue arrojando más luces que sombras sobre lo ocurrido. Sobre todo a raíz del hallazgo de un mensaje que dejó escrito unos días después de ser detenido en Barcelona, en octubre del año pasado, y en el que alertó que si aparecía ahorcado o muerto en su celda por un aparente suicidio en realidad se trataría de un asesinato. Incluso advirtió que le podría ocurrir lo mismo que al magnate Jeffrey Epstein, quien apareció ahorcado en una cárcel de Manhattan un mes después de ser detenido.
El mensaje que colgó en sus redes sociales McAfee fue explícito, sobre todo porque llevaba tiempo sospechando de que era víctima de una persecución de carácter político. El mensaje decía: “Estoy contento aquí. Tengo amigos. La comida es buena. Todo está bien. Sepan que si me cuelgo, como Epstein, no será culpa mía”. El texto, escrito en inglés, lo hizo público pocos días después de ser detenido y trasladado a una cárcel de Barcelona, donde permanecía recluido después de que el juez de la Audiencia Nacional de España que valoró su caso rechazó sus peticiones de medidas cautelares con libertad bajo fianza, al estimar que había riesgo de fuga.
Su detención se produjo cuando estaba a punto de abordar un avión con destino a Estambul y después de habérsele perdido la pista tras ser acusado por las autoridades y tribunales de Estados Unidos de un supuesto delito de evasión fiscal de 4 millones de dólares.
Lo grave del caso es que McAfee apareció muerto en su celda, sólo un día después de que se había concedido su extradición a Estados Unidos y cuando en teoría su protección era máxima y recaía en el gobierno autonómico catalán, del independentista Pere Aragonés.
McAfee, quien llegó a tener una fortuna de más de 100 millones de dólares y se convirtió en uno de los informáticos más prestigiosos en materia de antivirus y programas de protección de datos, también había trabajado un tiempo para la NASA y siempre mantuvo una relación tensa con las autoridades de Estados Unidos.
Persecución
El empresario era de origen escocés, pero su familia se trasladó a Florida cuando él era todavía un niño y su carrera profesional la hizo en EU, al menos hasta 2010, cuando decidió trasladar su empresa y su sede social a Belice, donde, al poco tiempo de llegar, sufrió varios asaltos, en su domicilio y sede de la compañía, en los que buscaban información privada de sus computadoras y después fue acusado de varios delitos, entre ellos el de abusos sexuales a menores de edad.
McAfee también fue vinculado a supuestas tramas de tráfico de drogas e, incluso, de comerciar a escala internacional con armas de fuego. Cargos que nunca se probaron, pero que lo llevaron a un calvario judicial que terminó con su orden de detención en Barcelona pocos minutos antes de volar a Turquía. A partir de ahí la historia transcurrió muy rápido: estuvo algo más de un año en prisión, se autorizó su extradición y al día siguiente apareció muerto en su celda en un enigmático caso del que todavía no se conocen los detalles y en el que las sospechas de una trama oscura van creciendo.