San Isidro. La psiquiatra Agustina Cosachov rechazó este viernes las acusaciones en su contra por la muerte de Diego Maradona y afirmó que el ídolo deportivo argentino, fallecido tras una crisis cardiorrespiratoria, no recibía medicación para el corazón porque no presentaba síntomas de cardiopatías, afirmó su abogado.
Cosachov, de 36 años, respondió por más de seis horas a las preguntas de la Fiscalía de San Isidro, 25 kilómetros al norte de Buenos Aires, y presentó un voluminoso escrito antes de retirarse sin hablar con la prensa, constató la AFP.
La Fiscalía la investiga junto con otros seis miembros del equipo médico que atendía a Maradona en una casa de las afueras de Buenos Aires, donde se reponía de una cirugía de cabeza, cuando murió el 25 de noviembre de 2020 a los 60 años tras agonizar por horas, según un informe pericial.
"La patología cardíaca que se encontró en la autopsia no daba síntomas en la vida del paciente, por eso es que en las clínicas adonde estuvo internado no se lo medicó a tal fin. Cuando se fue de la clínica Olivos (donde le extrajeron un hematoma de la cabeza) su corazón estaba funcionando bien", dijo a la prensa el abogado Vadim Mischanchuk.
Cosachov fue la sexta de los siete investigados en comparecer. El lunes cerrará las indagatorias Leopoldo Luque, neurocirujano y médico de cabecera de Maradona, el más comprometido en la investigación.
Todos son sospechosos de "homicidio simple con dolo eventual", un delito castigado con entre ocho y 25 años de cárcel y que se refiere a una persona que no modifica su actuación pese a saber que puede ocurrir un desenlace fatal.
"La doctora aportó pruebas de que ella no cometió un homicidio (…) No hay ninguna sospecha para decir que la medicación psiquiátrica (que le prescribía Cosachov) y en esas dosis pudo haber provocado una deficiencia en el corazón", dijo Mischanchuk.
Cosachov, especialista en adicciones, compartía con el neurocirujano Luque la mayor responsabilidad sobre la salud del excapitán de la Albiceleste, según el expediente judicial.
El 25 de noviembre de 2020, la psiquiatra y el psicólogo Carlos Díaz, de 29 años, encontraron sin vida en su cama a quien fue uno de los más grandes futbolistas de la historia.
Maradona murió a los 60 años de una crisis cardiorrespiratoria, solo y "abandonado a su suerte", tras una "agonía de 12 horas", en su habitación de una residencia alquilada al norte de Buenos Aires, de acuerdo al lapidario informe de un comité de 20 peritos forenses.
El astro, admirado por millones de aficionados de todo el mundo, falleció convaleciente de una neurocirugía a la que había sido sometido 21 días antes.
Internación domiciliaria
"El verdadero centro de esta investigación tiene que estar en saber qué pasó en la internación domiciliaria y si se cumplió cómo se había acordado o hubo alguna deficiencia y si eso es lo que provocó la muerte de Maradona. Y después se verá si hay responsabilidad penal", declaró el abogado de la psiquiatra.
Al igual que el psicólogo Díaz, la psiquiatra considera que Maradona no presentaba, "desde el punto de vista de la salud mental, requerimiento de una internación en una clínica psiquiátrica".
La casa carecía del equipamiento médico y comodidades para una internación domiciliaria, según los enfermeros ya indagados.
Se declaran inocentes
Otro de los sospechosos, el enfermero Ricardo Omar Almirón y cuidador nocturno de Maradona, declaró que sus superiores le habían ordenado "que no se lo moleste al paciente".
Los fiscales detectaron "falsedades" en los reportes de salud diarios. Dijeron que los imputados no cumplieron su deber "a sabiendas de la delicada situación (de Maradona) y con conocimiento de que muy probablemente tal omisión llevaría al desenlace fatal".
Los acusadores calificaron al tratamiento del ex futbolista de "inadecuado, deficiente y temerario".
El psicólogo Díaz negó que haya existido un plan para matar al ex futbolista. "Estaba encaminado en su recuperación. Mi trabajo no tuvo ningún tipo de injerencia en el desenlace fatal", afirmó.
Otra acusada, la coordinadora médica Nancy Forlini, de 52 años, apuntó a Luque y a Cosachov como los principales responsables de la salud de Maradona. "Nunca tuve acceso a la historia clínica", sostuvo.
Otro imputado, el coordinador de enfermería Mariano Perroni, dijo: "No tengo ninguna responsabilidad. Dependíamos de la decisión de los médicos".
El 30 de octubre de 2020, Maradona había hecho su última aparición en público, en mal estado de salud. Fue en el festejo de su cumpleaños 60 en el estadio de Gimnasia La Plata, cuyo equipo dirigía.
En un proceso que puede tomar años, el próximo paso lo dará un juez para decidir si corresponde avanzar con la acusación e iniciar un juicio.