Madrid. En una medida sin precedente, el Congreso de los Diputados de España aprobó una proposición de ley que insta a eliminar de la vía pública los nombres de los “agresores sexuales condenados o confesos”, entre los que incluyó al tenor Plácido Domingo, señalado por más de una veintena de mujeres de haber ejercido coacción sexual en su contra a lo largo de su carrera.
Esta iniciativa, que contó con el apoyo de los grupos de la izquierda y de las fuerzas nacionalistas catalanas y vascas, se aprueba sólo dos semanas después de una larga ovación al cantante en el Auditorio Nacional de Madrid en el contexto de un concierto benéfico, que supuso su rencuentro con el público español, que lo recibió con una cálida ovación y el aprecio de buena parte de su gremio, incluidas varias sopranos que han compartido escenario con él, como la cantante vasca Ainhoa Arteta.
Después de un debate candente, que se desarrolló en la Comisión de Igualdad del Parlamento español, finalmente se aprobó la eliminación del nombre de Plácido Domingo de la vía pública, de las calles e, incluso, de los espacios públicos, ya sean teatros, plazas, parques o cualquier lugar de ese tipo.
Es una medida sin precedente, sobre todo porque es la primera vez que se aprueba una iniciativa así en contra de uno de los grandes mitos de la historia de la ópera y uno de los cantantes más galardonadas y reconocidos de origen español.
Todos los partidos políticos estaban de acuerdo en aprobar la iniciativa para impulsar la desaparición de los espacios y proyectos públicos de los nombres de agresores sexuales condenados. Es decir, con una sentencia que confirme que esa persona ha incurrido en lo que hoy día es uno de los delitos más repudiados por la sociedad.
Plácido Domingo ha sido señalado en varios reportajes periodísticos, pero hasta la fecha no se ha interpuesto ninguna querella criminal en su contra y, por tanto, no existe una sentencia en firme que lo convierta en “agresor sexual condenado”, tal como recogía el texto original.
Pero la representante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), en el gobierno central, añadió que también se debería incluir a los “agresores sexuales confesos”, argumentado que el propio tenor español reconoció en uno de sus mensajes públicos, cuando estalló el escándalo, que había incurrido en prácticas poco edificantes. Aunque no reconocía abiertamente que había ejercido acoso o agresión sexual, sí ofreció disculpas a las personas a las que “podría haber hecho daño”.
UP, por un revisionismo exhaustivo
Esta declaración supuso el conflicto entre los partidos de la izquierda y el bloque de la derecha, que decidió respetar la presunción de inocencia y no lapidar públicamente al tenor sin una sentencia judicial de por medio. Precisamente por ese punto de conflicto, la iniciativa fue votada por separado y todos los grupos respaldaron la desaparición de los nombres de agresores sexuales condenados, mientras se opuso el Partido Popular (PP), al punto que reclama que se reconsidere la denominación de espacios públicos con el nombre de “personas que han declarado públicamente haber cometido agresiones sexuales”.
La socialista Laura Berja explicó la postura de su partido, que es también la del gobierno español: “¿Qué piensan de que un señor que ha sido acusado de abuso sexual por más de 20 mujeres y ha reconocido ser un agresor sexual reciba una gran ovación del público antes de actuar en un teatro de nuestro país? ¿Qué piensan de que ese mismo señor reciba el título de embajador honorario del Patrimonio Mundial de España? ¿Qué pueden pensar las víctimas de las agresiones cuando un país ovaciona con aplausos a un agresor? Tenemos que reparar a las víctimas; una democracia digna no puede honrar a los agresores sexuales”.
El grupo de Unidas Podemos (UP), que también forma parte del gobierno de coalición en España, fue más allá y advirtió que también se debe mirar con una visión más crítica a otros artistas, como a Pablo Picasso, al que tildó de “maltratador” y de haber abusado durante años de su pareja Dora Maar. Y así proponen un revisionismo exhaustivo para ir eliminando del espacio público cualquier nombre masculino que haya ejercido o confesado haber ejercido cualquier agresión sexual, acoso o maltrato contra la mujer.