Viernes 18 de abril de 2025, p. 3
En lo que va del año, el flujo de migrantes hacia el norte del continente americano por el tapón del Darién ha caído de forma drástica, pues de enero a la fecha apenas 2 mil 831 personas fueron registradas oficialmente cruzando la selva fronteriza entre Colombia y Panamá, que representa menos de mil por mes.
Si esta tendencia continúa, estamos hablando de menos de 30 mil en todo el año
, sostuvo ayer la académica Caitlyn Yates, investigadora de la Universidad de Columbia Británica, durante una conferencia virtual organizada por el Proyecto Migración en las Américas. En contraste, en 2023 se alcanzó un récord de 520 mil 85 cruces, y en 2024 la cifra bajó a 302 mil 203.
La investigadora señaló que si bien la mayoría de quienes siguen intentando pasar por el Darién son venezolanos, casi 50 por ciento de los que han cruzado en 2025 provienen de África y Asia. Sin embargo, aseguró que ésta ya no es la dinámica migratoria más relevante que se observa en Panamá.
Movilidad inversa
Uno de los principales focos actuales es lo que Yates denominó flujo inverso
: un nuevo patrón en el que indocumentados, principalmente venezolanos, que antes intentaron llegar a Estados Unidos, ahora buscan regresar voluntariamente a Sudamérica desde México y Centroamérica. El gobierno panameño, junto con Costa Rica, puso en marcha desde febrero un protocolo de retorno controlado hacia el sur.
Este protocolo incluye transporte en autobuses de la frontera norte panameña al puerto de Miramar, desde donde los migrantes abordan lanchas rumbo a Colombia. Sin embargo, el alto costo del trayecto –alrededor de 300 dólares por persona– ha lastrado el proceso y cientos de personas esperan en campamentos improvisados para poder regresar, explicó Yates.
Además, la experta abordó el tema de las llegadas forzadas
, refiriéndose a los vuelos de expulsión de Estados Unidos a Panamá de no panameños. En febrero, el país recibió a 299 personas, principalmente de países de África y Asia. Agregó que en las deportaciones hechas a El Salvador y Panamá a partir del regreso de Donald Trump a la presidencia se han observado múltiples graves violaciones a los derechos humanos en materia de privación arbitraria de la libertad, tratos crueles y desaparición forzada
.