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José María Velasco, el artista más importante del siglo XIX en México, según la Galería Nacional de Londres

Se inauguró la exposición dedicada al paisajista

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▲ De izquierda a derecha, las obras Roca en el Cerro de Atzacoalco (1874), La fábrica textil de La Carolina, Puebla (1887) y Pico de Orizaba (1986), que forman parte de la exposición.Foto Afp
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 30 de marzo de 2025, p. 3

Londres. Gabriele Finaldi, director de la Galería Nacional de Londres, presentó a José María Velasco como el artista más importante del siglo XIX en México en ocasión de la apertura de la primera exposición dedicada en ese país al paisajista mexicano, la cual permanecerá hasta el 17 de agosto.

La muestra ha roto con el molde de la anglosfera, que esta pequeña sala ya había desafiado al conceder un espacio a artistas australianos y estadunidenses del siglo XIX. Por ello, es especialmente relevante esta incursión en el mundo latinoamericano del mismo periodo, que establece un diálogo global, pero seguro.

Velasco trabajó en los mismos años que los impresionistas, movimiento familiar para el gran público que frecuenta el museo. Además, México, tras independizarse de España, se convirtió en un país de gran interés comercial y cultural para el Reino Unido.

El puente hacia los pintores románticos, exploradores y arqueólogos británicos fue natural. Sus expediciones permitieron interpretar y divulgar las primeras vistas de los paisajes y la arqueología mexicana que el público londinense pudo conocer.

Un pionero en este sentido fue William Bullock, naturalista, pintor y coleccionista, quien llegó a México en enero de 1823, cuando el país acababa de alcanzar su independencia y atravesaba una gran inestabilidad política.

Bullock había abierto en 1812 la galería más popular de Londres en la calle Piccadilly. En abril de 1824 −un mes antes de que la Galería Nacional abriera sus puertas− organizó lo que probablemente fue la primera exposición pública de arte mexicano, tanto antiguo como contemporáneo. La muestra incluyó piezas arqueológicas que hoy forman parte del acervo del Museo Británico. Además, publicó el libro Six Months and Travels in Mexico (1824), que se vendió rápido y como pan caliente.

Su hijo, a petición del gobierno mexicano, instaló su caballete en el techo de la catedral para hacer bocetos panorámicos del Valle de México, dominado al fondo por los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl. Posteriormente, estos bocetos dieron forma a una inmensa pintura continua dividida en dos partes, con una extensión total de 250 metros cuadrados, según esclareció hace años Michael P. Costeloe en un estudio.

El Panorama de México fue un éxito prolongado. Se exhibió en Londres, primero en el Diorama de Leicester Square (1825-1826), ubicada a unos minutos de la Galería Nacional, y nuevamente en 1853. Costeloe cita reseñas periodísticas que destacan la admiración del público por los valles y lagos, los volcanes cubiertos de nieve y el glorioso paisaje circundante. Más tarde, la obra itineró por Estados Unidos entre 1828 y 1836.

Otro artista relevante fue Daniel Thomas Egerton, quien vivió en Tacubaya y murió asesinado, junto con su amante inglesa, a manos de bandidos. Egerton expuso en diversas ocasiones en la Real Sociedad de Artistas Británicos y, en 1837 presentó su obra maestra, El Valle de México. En 1840 −año del nacimiento de Velasco− publicó el álbum de litografías Egerton’s Views in Mexico.

Después vio la luz el famoso libro de John Lloyd Stephens, Incidents of Travel in Central America, Chiapas and Yucatan (1841), ilustrado con dibujos del británico Frederick Catherwood. Estas imágenes inspiraron a Alfred Maudslay, considerado el padre de la arqueología maya, a explorar la región.

Entre 1881 y 1894, Maudslay realizó expediciones empleando tecnología fotográfica de vanguardia e interesándose en la conservación de inscripciones mayas. Produjo moldes de yeso con la intención de fundir en metal en Londres. Actualmente, estas piezas han sido digitalizadas y son accesibles al público gracias al proyecto Google Maya del Museo Británico, institución que lo resguarda. Su legado incluye 800 negativos en placa de vidrio.

La muestra destaca la temprana colaboración de Velasco con el Museo Nacional de Historia a través de dos óleos de Teotihuacan (1878) y Los baños de Nezahualcóyotl, realizados antes de la exploración formal del sitio. Su vínculo con el museo, donde trabajó desde 1880 hasta su muerte, evidencia la conexión entre su obra y el interés extranjero por México durante el auge arqueológico del porfiriato, reforzando los lazos históricos con Gran Bretaña.