Sábado 15 de febrero de 2025, p. 10
En México cada año se registran entre 18 y 20 mil nuevos casos de cardiopatías congénitas, las cuales se desarrollan en las primeras 12 semanas de gestación. Los nuevos casos representan cerca del uno por ciento de los recién nacidos, alerta la Secretaría de Salud (Ssa).
Detectarlas a tiempo es prioritario para una mejor calidad de vida, destacó el doctor Juan Francisco García García, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital General de México, quien explicó que estas enfermedades pueden clasificarse en dos tipos principales: cianóticas y no cianóticas.
Las primeras se caracterizan por una coloración azulada en el bebé debido a la falta de oxígeno y requieren intervención quirúrgica inmediata. Las no cianóticas pueden presentar síntomas más tardíos, como fatiga y dificultad para respirar al alimentarse o realizar actividad física.
El diagnóstico puede realizarse durante el embarazo mediante ultrasonidos especializados que detectan alteraciones en el desarrollo del corazón. Posteriormente, en las primeras horas de vida del bebé, el tamiz neonatal con oximetría de pulso permite identificar cardiopatías graves que requieren atención inmediata.
Por su parte, el doctor Iñaki Navarro Castellanos, jefe del Departamento de Cardiología del Hospital Infantil de México Federico Gómez
, destacó que algunos factores de riesgo están relacionados con el consumo de medicamentos y productos químicos durante el primer trimestre del embarazo.
Para reducir el riesgo, recomendó evitar el contacto con personas que padezcan infecciones virales, llevar un control ginecológico adecuado, mantener una alimentación balanceada y consumir ácido fólico antes de la concepción.
Señaló que la vacunación contra enfermedades como la rubéola ha demostrado ser eficaz para prevenir estas afecciones.
El tratamiento de las cardiopatías congénitas varía según la gravedad, e incluye vigilancia médica y medicación hasta procedimientos como cateterismo o cirugía.
En el Hospital Infantil se realizan al año cerca de 320 cateterismos y 250 cirugías para corregir malformaciones, además de estudios complementarios como ecocardiogramas y angiorresonancias.