Martes 11 de febrero de 2025, p. 18
Desde 2014, con excepción de China e India, los ingresos per cápita en las economías en desarrollo han sido medio punto porcentual más bajos que el promedio de las economías ricas, lo que ha ampliado la brecha entre ricos y pobres, destaca un análisis de Indermit Gill y Ayhan Kose, economistas del Banco Mundial.
La mayoría de las economías en desarrollo, que empezaron el siglo en una trayectoria dirigida a reducir la brecha de ingresos respecto a las economías más ricas, se están quedando más rezagadas
, destacaron.
Las previsiones de crecimiento de las economías en desarrollo a largo plazo son las más débiles desde principios de siglo, lo que dificulta erradicar la pobreza extrema.
Esto significa que aproximadamente 69 millones de personas saldrán de la pobreza extrema entre 2024 y 2030, 54 por ciento menos que los 150 millones que lo hicieron entre 2013 y 2019.
Según las proyecciones actuales, 622 millones de personas, 7.3 por ciento de la población mundial, vivirán en pobreza extrema en 2030.
Se prevé que otros 3 mil 400 millones de personas, casi 40 por ciento de la población mundial, vivirán con menos de 6.85 dólares por día.
Los analistas explicaron que se han disipado la mayoría de las fuerzas que impulsaron el crecimiento en las economías en desarrollo.
En su lugar han aparecido fuertes vientos en contra: débil crecimiento de la inversión y la productividad, envejecimiento de la población en casi todos los países salvo los más pobres, aumento de las tensiones comerciales y geopolíticas, y los crecientes peligros del cambio climático
, destacaron.
No obstante, las economías en desarrollo adquirieron mayor importancia que a principios de siglo para el planeta, ya que en la actualidad representan casi la mitad del producto interno bruto mundial, mientras en 2000 la proporción era de solo 25 por ciento.
La mayoría de este progreso se produjo en los primeros años antes de la crisis financiera mundial de 2008-2009, pero desde entonces ha disminuido.