Para el hijo del pintor Rafael Coronel, la denuncia de sustracción indebida tiene intereses políticos
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Domingo 9 de febrero de 2025, p. 5
El poeta, historiador del arte y curador Juan Coronel Rivera, hijo y heredero universal del pintor Rafael Coronel (1931-2019), aseguró que la venta del óleo Mortaja (1996), obra de gran formato de su padre, se realizó de manera legal y con la debida certificación notarial
.
En entrevista con La Jornada, detalló que la pintura fue retirada del Museo Rafael Coronel, ubicado en Zacatecas, con los avisos correspondientes al gobierno del estado y vendida a una colección en Monterrey.
Según él también nieto de Diego Rivera, la controversia en torno a la transacción responde a intereses políticos, particularmente por la reciente salida del magistrado Arturo Nahle García de su cargo.
Coronel Rivera sostuvo que Nahle busca sacar raja de algún lado
al usar el caso para atacar al gobierno de Zacatecas y que, tras la difusión de la noticia, incluso ofreció disculpas públicas.
Como se dio a conocer en estas páginas (La Jornada 6/2/2025), Mortaja (1996), del maestro Rafael Coronel, desató una intensa polémica en el ámbito cultural de Zacatecas cuando Nahle García informó que la pintura de 6 metros de ancho por 2 metros de altura fue sustraída del lugar y vendida sin autorización formal de las autoridades gubernamentales que la tenían a su resguardo
.
Juan Coronel Rivera defendió su decisión de vender la obra y afirmó que el proceso “fue legítimo y necesario para liquidar las deudas financieras de mi padre.
“Tras su fallecimiento, heredé todas sus propiedades, incluyendo la obra Mortaja. Sin embargo, Rafael acumuló significativos compromisos económicos en los últimos años de su vida, y la venta del óleo fue la única forma viable de solventarlos.
La obra fue vendida de manera legal, con las notificaciones correspondientes al gobierno estatal y con la intervención de notarios públicos
, aseguró el ensayista, quien este sábado inauguró la exposición Bajo el mismo México. Las colecciones Kaluz y Juan Coronel Rivera 1921-1973 en el Museo Kaluz de la Ciudad de México.
Juan Coronel Rivera refutó categóricamente la versión de Nahle e informó que si bien mi padre donó cerca de 5 mil máscaras al museo que lleva su nombre, muchas otras piezas fueron enviadas posteriormente sin formalizar una segunda donación
.
Añadió que esto permitió a Rafael Coronel mantener cierto control sobre su acervo y colecciones. Además, enfatizó que todas sus acciones estuvieron respaldadas por documentación legal y que las autoridades estatales fueron debidamente informadas. En todo momento actuamos conforme a la ley
, subrayó.
También coleccionista, Juan Coronel Rivera reflexionó sobre su acervo personal, una vasta reunión de arte que incluye más de 30 mil piezas de cerámica y entre 6 mil y 7 mil obras de pintura y gráfica. Explicó que, a pesar de intentos previos por inventariar su colección, la magnitud del acervo ha dificultado el proceso. Sin embargo, aseguró que su intención es que estas piezas terminen en espacios públicos, para garantizar su acceso y conservación.
Mi familia ha contribuido al desarrollo de varios museos en México, pero situaciones como ésta pueden desincentivar futuras colaboraciones entre particulares y entidades gubernamentales
, advirtió.
Juan Coronel Rivera se refirió a la estructura del Museo Rafael Coronel en Zacatecas, cuyo acervo incluye 14 mil máscaras y otras colecciones distribuidas entre el Instituto Nacional de Antropología e Historia y el Instituto Ramón López Velarde.
El museo ha funcionado bajo un esquema de buena fe, en el que muchas piezas ingresaron sin documentación formal, pero siempre con el compromiso de preservar el legado artístico de mi padre
, concluyó.