Seúl. El nuevo presidente de Corea del Sur, Choi Sang Mok, asumió el cargo y pidió perdón a la población por el caos político en que vive inmersa la nación, que lleva tres mandatarios en un mes a raíz de la fallida declaración de ley marcial promulgada por el destituido mandatario Yoon Suk Yeol.

Choi, ex viceprimer ministro y ministro de Finanzas, tomó el mando de manos de Han Duck Soo, presidente interino también destituido ayer por el Parlamento tras declarar su intención de seguir dejando vacantes tres puestos del Tribunal Constitucional, imprescindibles para confirmar la destitución de Yoon.

El mandatario prometió estabilizar el país y advirtió sobre una delicada situación de seguridad frente a Corea del Norte.

Existe la posibilidad de que Corea del Norte intente diversas formas de provocaciones, ya que considera que la situación interna atraviesa un momento de vulnerabilidad en materia de seguridad, apuntó el presidente sudcoreano.

Los legisladores del gobernante Partido del Poder Popular boicotearon la votación y se reunieron alrededor del podio donde estaba sentado el presidente de la institución, Woo Won Shik, gritando que la votación era inválida.

Han fue destituido con 192 votos a favor y ninguno en contra.