Un fin de semana sangriento que dejó 19 muertes por homicidio en la capital chilena, Santiago, y al menos una decena de heridos de diversa gravedad, precipitó el agravamiento de la crisis de inseguridad al punto de que desde sectores del propio oficialismo se exige al gobierno declarar el estado de sitio para militarizar la ciudad. Los crímenes, todos con armas de fuego, fueron cometidos en diferentes sectores entre el viernes y el amanecer del martes. En la imagen, detención en Chile el pasado 12 de julio del venezolano Maickel Ojeda, sospechoso de asesinar a su compatriota y ex militar Ronald Ojeda (Nota completa en @lajornadaonline https://rb.gy/2i3g8l).

Con información de Aldo Anfossi, corresponsal