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Temen grupos civiles y albergues nuevas reubicaciones
 
Periódico La Jornada
Viernes 7 de junio de 2024, p. 11

Organizaciones civiles y encargados de albergues condenaron el operativo que realizó el Instituto Nacional de Migración (INM) para desalojar a los migrantes que acampaban en la Plaza Giordano Bruno, en la colonia Juárez, y manifestaron su temor de que estas acciones se repitan en otros campamentos como en el de la Plaza de la Soledad, en la Merced o el instalado junto a las vías del tren en Vallejo.

El Grupo de Monitoreo Frontera Centro criticó también la actitud del titular del INM, Francisco Garduño, quien felicitó a los agentes del instituto por el operativo que dejó a decenas de personas en una situación vulnerable.Andrea González, integrante del citado grupo, subrayó que al ser la capital del país una ciudad santuario, reconocida en la Ley de Interculturalidad, atención a migrantes y movilidad humana y en la Constitución local, se supondría que no tenía que haber operativos de este tipo, por ser hospitalaria y en donde la migración no es un delito, es un derecho.

Sin embargo, se realizó el desalojo con una serie de irregularidades, pues se hizo por la noche, sin previo aviso, sin la participación de instancias como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, sin brindar información sobre el lugar adonde serían trasladadas las personas y con la presencia de elementos de la Guardia Nacional, varios de ellos armados.

Una vergüenza

Aparte, la religiosa María Magdalena Silva Rentería, directora del albergue Cafemin, y Juan Luis Carbajal, director de la Casa del Migrante Arcángel Rafael, coincidieron en que estas medidas evidencian un endurecimiento de la política migratoria y se relacionan con la reciente orden ejecutiva del gobierno de Estados Unidos, que pretende limitar la migración hacia aquel país.

Es una vergüenza lo ocurrido, y es parte de la estrategia para desactivar los campamentos. Además, curiosamente coincide con que la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) no tenga oficinas y con las nuevas disposiciones de Estados Unidos; es todo un engranaje, y que no diga el gobierno que fue un desalojo voluntario, eso es una contradicción, señaló a La Jornada la religiosa de la orden Josefina.

Diversas instancias, entre ellas Albergue Tochan, el Programa de Asuntos Migratorios de la Ibero y el Servicio Jesuita a Refugiados, exigieron un alto inmediato y definitivo a los desalojos y traslados arbitrarios, espacios dignos y respeto a los derechos de las personas migrantes, apertura inmediata de la Comar y celeridad a las solicitudes de refugio.

Por su parte, Wilner Metelus, presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, lamentó que pese a la existencia de un acuerdo para no quitar a los migrantes que se encontraban en la plaza Giordano Bruno, éstos fueron desalojados la noche del miércoles, lo que representa un acto de racismo y xenofobia.