Eugenio Méndez y Salvador Villarreal participaron en el desarrollo del primer nanosatélite mexicano, en órbita desde 2019
Jueves 30 de mayo de 2024, p. 6
El poder transformador de la ciencia permite desarrollar las capacidades de un país, aprovechar y cuidar sus recursos naturales, crear tecnología en beneficio de la población y generar derrama económica
, coincidieron Eugenio Méndez Méndez, del Departamento de Óptica, y Salvador Villarreal Reyes, del Departamento de Electrónica y Telecomunicaciones, ambos del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cisese), Baja California.
Méndez Méndez y Villarreal Reyes participaron en el diseño, construcción y ensamblaje del primer nanosatélite mexicano, Painani I, puesto en órbita en 2019. El proyecto estuvo patrocinado por la Secretaría de la Defensa Nacional; el aparato tiene una dimensión de 10 por 10 por 30 centímetros y está equipado con un módulo de captura de imágenes conformado por cuatro sensores que funcionan en el espectro visible del espacio.
Después de pasar varias pruebas de validación para su lanzamiento, fue trasladado a Seattle, Estados Unidos, donde los científicos del Cisese lo colocaron en un dispensador, esto es, una cápsula con mecanismos que permiten impulsarlo a su órbita
, para finalmente llevarlo a Nueva Zelanda, de donde despegó en un cohete de la marca de la empresa Rocket Lab.
Villarreal Reyes describió haber trabajado en la creación de Painani I como una experiencia magnífica, cuyo objetivo era demostrar que México tiene la capacidad tecnológica de desarrollar un nanosatélite, a partir de tecnología y diseños propios en el tema de la computadora de a bordo, el diseño de la misión, la carga útil para la percepción remota, los protocolos de comunicación y el sistema de alimentación de recarga.
Romper el hielo
para esta tecnología en México
En entrevista vía Zoom desde sus oficinas en el Cisese, el científico reiteró que la misión del nanosatélite es tomar imágenes del espectro visible del espacio y, a la vez, romper el hielo
para esta tecnología en México.
Tras el éxito de Painani I, al cual han seguido otros proyectos de nanosatélites, consideró que el país tiene pericia suficiente para crear estos artefactos, pero “nos hace falta articularnos mejor, potenciar los grupos de investigación de manera horizontal y, en particular, desarrollar infraestructura de lanzamiento.
Hablamos de una plataforma desarrollada con tecnología propia con el fin de facilitar la colocación de estos dispositivos en el espacio desde territorio nacional
, destacó.
Méndez Méndez, también presente en la videollamada, se pronunció por mantener un esfuerzo sostenido en el rubro de satélites aeroespaciales, que incluya un plan de desarrollo con metas a corto, mediano y largo plazos, que garantice la continuidad y permita cumplir objetivos.
A veces damos un paso para adelante y luego uno y hasta dos para atrás
, señaló.
Ambos científicos coinciden en que construir tecnología espacial, como los nanosatélites, forma parte de la infraestructura de un país, si no contamos con ella, es como no tener el control de nuestras carreteras o puertos. Poseer nuestros propios equipos nos da independencia
.
Méndez Méndez, quien cada año imparte un taller de ciencia para jóvenes en el Cisese, advierte que hay muchas personas interesadas en la investigación, pero a veces la familia o el entorno las desaniman para seguir este camino.
Para mí, es fundamental fomentar las vocaciones científicas entre los jóvenes, pero eso no quiere decir ir y convencer a cualquier persona de estudiar ciencia, pero sí hay muchos talentos que debemos identificar e impulsar
, añadió.
Villarreal Reyes consideró que involucrar a los jóvenes interesados en el desarrollo de tecnología espacial puede contribuir a retomar el impulso perdido tras la pandemia.
Los científicos plantearon invertir en el futuro del país y eso significa apostar a la educación y el desarrollo de la ciencia nacional. Insistieron en que las futuras autoridades del país no deben desatender a la ciencia.
A veces se piensa que esta área del conocimiento es un lujo, y no hay tal; hablamos de algo importantísimo que si no se alimenta, no vamos a desarrollarnos adecuadamente como nación
, concluyeron.