El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, anunció que este viernes se activará el botón de emergencia por el aumento de transmisiones de coronavirus en el estado. De esta forma, las actividades en las calles estarán restringidas en la entidad durante las siguientes dos semanas, de las siete de la noche a las seis de la mañana de lunes a viernes, y todo el día sábados y domingos.

En su página electrónica https://coronavirus.jalisco.gob.mx/, la administración que Alfaro encabeza explica que la estrategia consiste en suspender las actividades que representan mayores riesgos de contagio para la población.

La decisión de Alfaro –emanado del partido Movimiento Ciudadano–, que incluye tener a las policías municipales listas para atender denuncias vecinales si se realizan reuniones de más de 10 personas, se pospuso tres días para reunir el domingo pasado a por lo menos a 300 asistentes en el evento Cierre de Filas por Jalisco, al cual convocó como miembro de la Alianza Federalista, para amagar al gobierno federal con salir del pacto fiscal por supuestos recortes presupuestales.

Al cierre de esta edición, Jalisco tenía confirmadas 3 mil 967 defunciones por coronavirus (quinto lugar nacional) con 46 decesos certificados el martes y 904 contagios, con los que suman 89 mil 988.

La tendencia de más de 900 infecciones diarias en el estado se inició la semana anterior, pero Alfaro prefirió posponer el llamado botonazo antes que cancelar la reunión de gobernadores que se realizó en el Instituto Cabañas.

El gobernador exhortó a la población a someterse a 14 días de esfuerzo ciudadano para cortar cadenas de contagio.

La suspensión de actividades en el territorio jalisciense terminará el 13 de noviembre. Implicará detener actividades económicas, comerciales y de servicios, con excepción de la industria y hoteles, e incluirá a talleres mecánicos, refaccionarias y cualquier servicio técnico; plazas, centros y corredores comerciales; tiendas de autoservicio y departamentales, mercados públicos y tianguis, oficinas corporativas, tareas culturales, recreativas y deportivas, unidades deportivas y bosques urbanos.

También deberán interrumpirse las ceremonias religiosas y los eventos sociales privados, mientras el transporte público dejará de operar el viernes a las 21 horas y se reanudará a las 5:30 horas del lunes siguiente, salvo los taxis.