Ante el abandono en el cual se ha dejado a colonias populares de Coyoacán para dotarlas de agua potable ante la escasez que padecen, las asambleas de los Pedregales de Santa Úrsula, Santo Domingo y Ajusco exigieron la presencia del alcalde Manuel Negrete para que asuma el compromiso de hacer un reparto equitativo y no manipulen las válvulas para favorecer a los grandes condominios y plazas comerciales.

Los vecinos manifestaron que al funcionario no lo han visto desde antes de la pandemia, por eso quieren que asista a la presentación del proyecto que realizará el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) la próxima semana, para que la distribución sea por medio de la red hidráulica, porque de nada servirá que se haga el bombeo y la alcaldía siga mandando agua a las zonas residenciales.

Manifestaron que se les adelantó que durante dos meses se realizarán trabajos en los pozos localizados en avenida Aztecas e Imán para que tengan agua suficiente y se pueda distribuir por medio de la red a los pedregales de Coyoacán, porque cada que falta el agua siempre se trata de resolver con pipas que resulta más caro y ya son insuficientes para atender a la gente.

Los vecinos alertaron que ante la suspensión de actos por la emergencia sanitaria, que eran utilizados por partidos políticos para tener presencia, ya empiezan nuevamente a utilizar el reparto de pipas con fines electorales y es momento de impedir que eso grupos clientelares vuelvan a crecer.

Manifestaron que algunos diputados empieza a aparecerse en las colonias para ofrecer el líquido, pero de lo que se trata es de resolver el problema de forma integral. Asimismo, vecinos de la calle San Pedro, en Santa Úrsula, dijeron que las pipas de la alcaldía sólo dotan a los simpatizantes del PRD que votaron por Negrete.

Ante “la mala administración y distribución de agua potable que realiza la alcaldía“, pese a ser colonias de atención prioritaria por los casos positivos de Covid-19 que presentan, los vecinos exigen que Negrete se comprometa a un reparto equitativo.

Manifestaron que no puede ser que se habiliten pozos y sus colonias sigan sin agua porque dan prioridad a los nuevo edificios. Los mismos residentes se han opuesto a esas construcciones por la factibilidad de servicios y han alertado de los problemas, pero los proyectos se han levantado y el impacto sólo es en las zonas populares.