A partir de un modelo matemático que predecía el aplanamiento de la curva de contagios de Covid-19, las autoridades mexicanas optaron por aplicar medidas menos restrictivas para contener la epidemia, lo que sólo ha resultado en una larga pandemia con un alto número de contagios diarios y un subregistro de los casos y fallecimientos derivados de la enfermedad. Esta estrategia está condenada al fracaso, expresó ayer en un seminario virtual Raúl Rojas González, profesor de matemáticas e informática de la Universidad Libre de Berlín.

Por otra parte, en otro encuentro en línea, Samuel Ponce de León, coordinador de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia del Coronavirus de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso que hay una evidencia científica de que los cubrebocas ayudan a prevenir los contagios, por lo que su uso debería ser obligatorio, aunque no necesariamente sancionable. Además, difirió de Rojas al señalar que si bien hay un subregistro de los casos y los fallecimientos, la estrategia de las autoridades sanitarias ha sido óptima, porque ha permitido que no se sature un sistema de salud en situación de desastre, con déficit en todas las áreas y con un mantenimiento y una conservación inexistentes por tres décadas.

En un seminario organizado por la Unión de Universidades de América Latina y El Caribe, Rojas, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2015, explicó que en otros países, como Alemania, las autoridades tomaron las decisiones para atender la crisis a partir de los datos diarios de contagios, y por ello optaron por medidas fulminantes que paralizaron totalmente sus economías para detener los contagios, y lo consiguieron.

Señaló que en México el no haber actuado de manera decisiva al inicio de la epidemia con medidas fulminantes nos llevó a la situación actual de tener una larga meseta de la evolución de la epidemia con una alta tasa de contagios diarios y una previsible alta mortalidad.

Por su parte, Ponce de León, que participó en la conferencia virtual Origen y alcances del Covid-19, dijo que en los próximos meses el virus seguirá recorriendo el planeta, por lo que los países que lograron contener los contagios sólo lo hicieron de manera temporal. El mundo tiene 7 mil 700 millones de habitantes y se calcula que sin una vacuna en esta primera circunvalación del virus se infectarán 3 mil millones.

Ponce sostuvo que hay evidencia científica real de que los cubrebocas previenen las infecciones.

Si bien no se sabe cuál es el número mínimo de partículas virales que se deben aspirar para contraer la enfermedad, se sabe que puede haber miles en una bocanada de aire y que pueden quedarse flotando en el ambiente por horas.