Opinión
Ver día anteriorJueves 13 de agosto de 2020Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad perdida

A Morena, un manipulador manipulado

E

scribir sobre Morena es como calcar una historia de fracasos repetidos que no se quiere entender por más que el PRD –antecedente de Morena– esté hundido, y por más que los remedios se pongan al alcance del quehacer político de una militancia amorfa, así como de ciertos liderazgos empeñados en hacer de la organización un cártel familiar o una dudosa maquinaria de servicio para los cuates.

Empecemos por la Ciudad de México: resulta que aquí, en la capital, considerada por muchos el bastión de Morena, la experiencia nos dice que no se han hallado las dirigencias que encaminen al organismo al fortalecimiento de sus cuadros políticos.

Ahora envuelto en una trayectoria oscura que apenas busca disiparse, pero marcado por su reciente fracaso en la Central de Abasto, es decir, salido de la nada, Héctor García Nieto será –no tiene oposición– el nuevo dirigente local del partido en la Presidencia de la República.

Lo malo del señor García Nieto es que antes de la elección ya promete a ciertos diputados y alcaldes una relección aterciopelada siempre que sea él quien la maneje, o manipule –esto último se le da más–, según nos cuentan.

El inútil instituto electoral de esta capital ya dio el banderazo de salida a las campañas políticas, y luego de una buena propaganda, como el resucitador, no son pocos los que han buscado a García Nieto para que su poderoso dedo los mantenga en el nirvana, sobre todo por aquello de la rencarnación, pero tampoco hay que menospreciar a los que quieren llegar que se han convertido en sus fans.

Pero hay quien asegura que el trabajo para el que lo solicitan es para impedir que ciertos brazos políticos de algunos personajes que se han extendido hasta la ciudad crezcan; es más, el cometido sería cercenarlas para imponer nuevas candidaturas alejadas de la influencia, por ejemplo de algunos senadores y hasta de Marcelo Ebrard, de quien, dicen, ya no está en el camino, pero la querencia nadie se la quita.

Lo que en todo Morena ahora se comenta es: ¿De dónde salió Héctor García Nieto? ¿Cuáles son sus merecimientos para gobernar la parte más poderosa de Morena? ¿Quién tomará las decisiones de fondo en el partido? Total, la mejor explicación fue: es un manipulador manipulado. ¿Verdad que huele a amarillo?

En lo nacional, de lo que nos encargaremos muy pronto, hay mucha confusión porque algunos líderes que no quieren encuestas abiertas por puro temor de perder a la buena, andan buscando ayuda a futuro para obtener los beneficios que se dan a los negocios familiares. ¿Será?

De pasadita

Hay quienes aseguran que frente a los cambios que habrán de realizarse en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador para finales de año, algunas dependencias quedarán acéfalas y en una hay quienes acomodan barajas en los huecos que propone el recambio.

Uno de esos huecos, tal vez el más anunciado, es el que propone la supuesta candidatura del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo, a la gubernatura del estado de Sonora.

Y cuando los agoreros hacen cuentas descubren que hay muy pocos personajes que puedan cubrir un área de tan alta responsabilidad, aunque después alguno ha descubierto que Marcelo Ebrard podría echarse a cuestas el muy, pero muy difícil y peligroso encargo.

En la cancillería, cuando alguien expresó tal posibilidad, los ojos se abrieron y las caras se pusieron en modo de ¿what? Él, o la atrevida, fueron casi acusados de traición. Una cosa así es no querer al canciller, dijeron, pero la banderilla quedó clavada en lo más alto de los horizontes políticos que tiene pensado el equipo del ex jefe de Gobierno de la Ciudad de México. Lo malo del asunto es que las decisiones de ese tipo no se toman en la Secretaría de Relaciones Exteriores y las necesidades del país, ahora más que nunca, marcan senderos. Así es.