La epidemia de Covid-19 dejó muy visibles las enormes desigualdades económicas y tecnológicas que siempre han existido en el sistema educativo. Ahora se plantea un regreso a clases, pero sin asumir que enfrentamos no una emergencia sanitaria, sino un cambio de época, que exige a la escuela una profunda transformación, afirmaron especialistas en el sistema educativo y profesores frente a grupo, quienes consideraron que es evidente que no hay condiciones para un regreso a clases presencial o virtual para este 10 de agosto, pues los problemas de fondo siguen sin atenderse.

En entrevista, Lucía Rivera, profesora-investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) Ajusco y Francisco Bravo, director y profesor de educación primaria, coincidieron al opinar que no podemos ofrecer las respuestas de siempre ni la misma escuela, cuando aún no sabemos cuántos estudiantes dejarán las aulas por pobreza, porque perdieron a sus padres o porque ya deben trabajar.

Todo el sector educativo, no sólo la formación básica, está enfrentando una situación sin precedente, destacó Rivera. La epidemia ha afectado todo: la vida cotidiana, el trabajo, la salud, el contacto con los otros y los patrones culturales. Alteró la vida en todos los aspectos, en particular la cercanía entre las personas, lo cual afecta directamente al sistema educativo.

Es evidente, agregó, que la pregunta no es cuándo regresamos a clases o si lo hacemos de forma híbrida, presencial o virtual, sino cómo vamos a enfrentar estos desafíos, porque las respuestas que está ofreciendo el sistema educativo no funcionan, no sirven, porque no parten del reconocimiento de esta condición en la que estamos, sino de mantener la inercia de proponer soluciones bajo los parámetros de siempre, como imposición y falta de contacto con la realidad.

Bravo, docente con más de 30 años de servicio y director de laprimaria Leonardo Bravo en la Ciudad de México, señaló que no hay ninguna condición para un regreso virtual o presencial este 10 de agosto, no sólo porque se suspendieron los procesos de inscripción y reinscripción, así como la limpieza de escuelas, sino porque carecemos de un diagnóstico de la desigualdad que enfrentaron los alumnos en el acceso al programa Aprende en Casa.

Destacó que es necesario reconocer estas brechas y desigualdades, y desde ahí establecer cuáles son las ventajas y desventajas de este aprendizaje a distancia, que en los hechos no llegó a todos.

Si bien indicó que el sistema educativo no puede permanecer en la inmovilidad, aludió que la epidemia, nos da la oportunidad de replantear una escuela diferente, donde los contenidos no pueden ser los mismos. Debemos, insistió, construir saberes realmente esenciales para afrontar esta nueva realidad, que conlleva enormes desafíos.