Domingo 2 de agosto de 2020, p. 23
Moscú. Los habitantes de Jabarovsk, ubicado en el extremo oriente de Rusia, no se rinden y –como cada día, desde hace 22, con más asistencia los sábados, que de modo espontáneo devinieron símbolo de la resistencia pacífica– salieron a la calle este día para reiterar, en una marcha por las céntricas calles de la ciudad hasta confluir en un mitin en la plaza de Lenin, frente a la sede del gobierno local, su desacuerdo con el cese del gobernador elegido por la mayoría, Serguei Furgal, encarcelado en Moscú bajo la acusación de haber ordenado dos asesinatos hace 15 años.
Más allá de demandar un juicio justo y transparente para Furgal –en caso de tener pruebas concluyentes de su presunta culpabilidad, aparte del testimonio de un testigo protegido–, los inconformes quieren que Moscú, a miles de kilómetros de distancia, deje de imponer quién debe gobernarlos.
Los mensajes en carteles improvisados y las consignas coreadas por la multitud no dejaron duda de qué es lo que exigen: Aquí gobernamos nosotros
, Rusia, despierta
, Que vuelva Furgal
, Libertad a los presos políticos
y “Abajo el Zar (rey, en alusión al titular del Kremlin), por mencionar sólo algunas de sus demandas.
Miles de personas, bajo una incesante lluvia, alzaron su voz contra Mijail Degtiarov, el gobernador en funciones designado por el Kremlin, un diputado de Samara que nunca había estado vinculado a la región y que se dice es una persona muy cercana a los magnates del entorno presidencial de Rusia que querían, sin éxito, comprar las acciones de la fábrica de aluminio que pertenece a familiares del defenestrado gobernador.
Rechazo a imposiciones
Los manifestantes insisten en que se respete su derecho a elegir gobernador y rechazan que Moscú coloque en su sillón a un impopular personaje que sólo quiere hacer méritos y cuya misión es favorecer a la élite local, que busca mantener sus privilegios a cambio de una supuesta lealtad al Kremlin.
La policía de Jabarovsk, como ha venido sucediendo, se mantuvo al margen, a diferencia de lo ocurrido en otros sitios, donde hubo detenciones y las autoridades pusieron numerosos obstáculos para minimizar las manifestaciones de solidaridad con las exigencias de los rebeldes del extremo oriente que –en unos lugares más, en otros menos–, se registraron en Komsomolsk-na-Amure, Irkutsk, Cheliabinsk, Krasnodar, Krasnoyasrk, Volgogrado, Kazan, Yekaterimburgo, San Petersburgo, Moscú y otras ciudades.