La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) ya envió a la Fiscalía General de la República (FGR) la respuesta del gobierno de Estados Unidos sobre la operación Rápido y furioso.

Así lo informaron la embajadora de México en Washington, Martha Bárcena, y el director general para América del Norte de la cancillería, Roberto Velasco, durante la conferencia donde dieron a conocer los detalles de la visita de trabajo a Estados Unidos del presidente Andrés Manuel López Obrador. Recordaron que las autoridades estadunidenses entregaron a la SRE el informe y después se dio trámite a la FGR.

Cuando se les preguntó sobre la respuesta en cuanto al operativo, señalaron que se trata de un documento amplio, aunque evitaron dar detalles de su contenido, en particular si se aclaró que el ex presidente Felipe Calderón estuvo o no al tanto de Rápido y furioso.

En mayo pasado la cancillería solicitó en una nota diplomática al gobierno de Estados Unidos toda la información disponible sobre ese operativo, que dio inicio a finales de 2009, durante el gobierno del panista. En la nota, se advertía que si esas acciones se ejecutaron sin el conocimiento de las autoridades mexicanas del más alto nivel, la administración estadunidense (de Barack Obama) habría incurrido en una violación a la soberanía; pero si la gestión de Calderón lo supo y autorizó, estaríamos ante graves violaciones a la Constitución, pues mintió al Congreso de la Unión y a la sociedad.

En la indagatoria de la FGR se han integrado documentos del Congreso de Estados Unidos en los cuales se da cuenta de comparencias de funcionarios de ese país, en las que señalan la manera en que se llevó a cabo el ingreso de más de 2 mil armas a territorio mexicano con la intención de darles seguimiento y detener a los traficantes de armamento que operan en ambos países y conocer a qué nivel de las organizaciones delictivas se distribuían las mismas. Sin embargo, ese arsenal terminó en manos de varios cárteles.

En otro tema, los funcionarios mexicanos descartaron que la detención con motivos de extradición del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, el miércoles pasado en Miami, Florida, fuera pactada para que coincidiera con la visita de trabajo a Washington del presidente López Obrador.

Señalaron que se trató de una coincidencia y que la delegación mexicana, incluido el mandatario, fueron informados de la captura alrededor de las seis de la tarde, tiempo de la capital estadunidense.

Duarte Jáquez es investigado en México por su presunta responsabilidad en diversos delitos, entre ellos el desvío de 96.6 millones de pesos de recursos públicos en favor de algunas de sus empresas.

Fue una coincidencia derivada de una solicitud y de un proceso legal que es ampliamente conocido y dudo mucho que el Departamento de Justicia (de Estados Unidos) pueda planear sus detenciones, señaló Velasco.