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Penultimátum

Arabia Saudita: reino de la impunidad

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os cines estuvieron 30 años cerrados en Arabia Saudita. Reabrieron sus puertas en 2018 y exhiben sólo películas que no atenten contra la moral y las buenas costumbres. A las mujeres ya les permiten conducir automóviles. Hombres y mujeres se pueden mezclar en conciertos y como espectadores de algunos deportes. También, obtener pasaporte o viajar sin el consentimiento de su tutor masculino.

Este año se inicia con otra ‘‘reforma’’: los restaurantes ya no tendrán un acceso para los hombres no acompañados y otro para las familias y mujeres. No se sabe si en esos sitios habrá un espacio aislado para ellas y evitar así las miradas de los varones.

Estas medidas se atribuyen al príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, designado en el cargo en 2017, quien presume de ampliar el abanico de libertades de las mujeres. Mas los hombres tienen en sus celulares una aplicación que les permite controlar lo que ellas hacen. Es el reino de la vigilancia masculina.

También, de la intolerancia hacia quienes critican a la familia real o luchan por la vigencia de los derechos humanos básicos. La mejor prueba de que toda esas reformas son una farsa, es el juicio por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi. Lo asfixiaron y destrozaron en octubre del año pasado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul.

El juicio, realizado en secreto, terminó recientemente y condenó a los supuestamente implicados en el crimen. Cinco de ellos a muerte, y tres más a purgar varios años de prisión.

El comando que asesinó al periodista y desapareció su cuerpo lo dirigió Saud al Qahtani, uno de los hombres de más confianza del príncipe. Sin embargo, ni siquiera fue llamado a comparecer ante la justicia. Y eso que hasta los servicios de inteligencia de Estados Unidos aseguran que la orden para matar a Khashoggi, provino del príncipe.

El que no se castigue a los verdaderos culpables se debe también a la estrecha amistad que une al ‘‘modernizador’’ saudita con Jared Kushner, yerno del presidente Trump.

Arabia Saudita, reino de la impunidad.