Miles de armas de grueso calibre y pistolas de uso reglamentario que fueron adquiridas para ser utilizadas por policías municipales, estatales, federales y miembros de las fuerzas armadas, están en manos de grupos delictivos. Ninguna institución mexicana conoce el número exacto de cuántas han sido robadas o extraviadas en la última década. Hay quienes afirman que son más de 12 mil, otros que sumarían 20 mil y hasta 50 mil, pero las denuncias presentadas no llegan ni a 4 mil casos en el mismo lapso.

Mientras que la Fiscalía General de la República (FGR) afirma que entre los años 2000 a 2019 sólo se han levantado ante el Ministerio Público 3 mil 765 denuncias por el robo de armas oficiales, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), informó que tiene reportes de 12 mil 573 piezas de armamento hurtadas o extraviadas tan sólo entre 2009 a 2019.

En tanto, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo, sostuvo que en los pasados nueve años la cifra llegaría a las 50 mil.

Apenas el 2 de diciembre pasado, la FGR dio respuesta a una petición ciudadana de información pública en donde se solicitó la información sobre la cantidad de armas y municiones pertenecientes a la Secretaría de Marina (Semar), a la Sedena, a la SSPC y a la FGR, que fueron reportadas como robadas, extraviadas o ilocalizables, desde el primero de enero de 2000 a la fecha.

La dependencia indicó que tras realizar una búsqueda exhaustiva y razonable en sus archivos, para el periodo comprendido del año 2000 al 30 de octubre de 2019, únicamente localizó estadísticas de manera general del total de armas reportadas (robadas, extraviadas) y se limitó a presentar un listado por año del armamento reportado como robado o extraviado. Esas cifras son muy diferentes año con año, pues mientras que en 2003 se perdieron mil 239 armas, en el 2005 se afirma que fueron sólo tres.

Según ese reporte de la FGR, la cantidad de armas perdidas se ha estabilizado durante los seis años recientes, en donde las cifras oscilan entre las 41 y las 52 unidades extraviadas o robadas cada año.

Dos días después de esta respuesta de la FGR, la Sedena dio sus propios números, y afirmó que entre los años 2009 al 2019 ellos tenían el reporte de 12 mil 573 piezas reportadas robadas o extraviadas por las corporaciones que cuentas con licencias oficiales colectivas.

Se trata del tipo de licencia para portación de armas que se da a las fuerzas armadas, grupos policiacos y de seguridad pública, donde el responsable legal de la posesión del armamento es la corporación oficial y no sus elementos en particular.

Según el acuerdo A/044/18 de la Sedena, emitido el año pasado, si un policía, soldado o marino pierde su arma de cargo, debe responder por ella: cuando el robo, pérdida, destrucción o extravío del armamento sea por descuido o negligencia imputable al sujeto obligado, invariablemente y con independencia de las responsabilidades administrativas y/o penales a las que haya lugar, le corresponderá cubrir los costos de reposición.

En medio de esta diversidad de cifras, el titular de la SSPC, Alfonso Durazo, tiene otra información. El pasado 16 de diciembre afirmó durante un encuentro con empresarios: Fíjense ustedes nada más qué tragedia: en nueve años se han robado 50 mil armas de depósitos oficiales, y otras tantas se han rentado para actos criminales, todo esto tiene que ver con la corrupción.

Frente a tal panorama, las dependencias de seguridad han informado que ya se trabaja en la elaboración de estándares mínimos para la gestión y resguardo de armamentos.